Bruselas – La integración en la Unión Europea debe ser un proceso en el que el factor decisivo sean los logros, y no las cuestiones bilaterales, porque ya no podemos aceptar ultimátums y para nosotros es inaceptable el principio de «ellos están allí, y ustedes están fuera».
Esto lo dijo el primer ministro Christian Mickoski desde Bruselas, donde ayer realizó una visita de trabajo, acompañado por los ministros de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior Timcho Mutsunski y de Asuntos Europeos Orhan Murtezani. Mickoski, junto con los líderes de los otros cinco países de los Balcanes Occidentales, asistió a un almuerzo de trabajo organizado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y se reunió también con el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, con el comisario europeo de Ampliación y Política de Vecindad Oliver Várhelyi y con el director general de Vecindad y Negociaciones de Ampliación (DG NEAR), Gert Jan Koopman.
Mickoski destacó que en estas reuniones se discutió sobre la perspectiva europea de la región y de nuestro país, subrayando que seguimos enfocados en proponer soluciones a los desafíos. El primer ministro señaló que casi dos décadas y media después de comenzar el camino hacia la membresía en la UE, nuestro país es víctima de problemas bilaterales, es decir, de la bilateralización del proceso de preadhesión.
– Debido a cuestiones bilaterales, debido a cuestiones que se remontan a la Edad Media, no podemos desarrollarnos como Estado del siglo XXI, y mucho menos hablar de algo más. Así que una vez más subrayé que ya no podemos aceptar ultimátums y ese principio de que ellos están allí y nosotros fuera, y si queremos estar allí, debemos aceptarlo… perdón, pero no podemos aceptarlo, destacó Mickoski.
Él subrayó que hemos sido humillados muchas veces aunque en nombre de los valores europeos y el deseo de ser parte de la familia europea, cambiamos la bandera, billetes, varias veces cambiamos la Constitución y cambiamos el nombre, para finalmente enfrentarnos a un ultimátum. – Esos no son los valores europeos de los que mi generación se enamoró. Estoy dispuesto a hablar con cualquiera, hasta que encontremos el camino correcto, que esta vez no será humillante. Que nos permitan fortalecer las instituciones y enriquecer nuestras capacidades como Estado, eso es lo que pido. ¿Es mucho? Creo que no, dijo Mickoski.
El primer ministro también dijo que la región y el país están cansados de ser dejados de lado y de obstáculos que son bilaterales y no forman parte de los criterios objetivos para la adhesión a la Unión, por lo tanto, deben hacerse mayores esfuerzos para generar confianza y credibilidad en todo el proceso de adhesión. (20 de septiembre)