Durante más de dos horas de intercambio de opiniones con la presidencia húngara, embajadores de 25 países criticaron a Budapest por intentar llevar a cabo una política exterior de la UE sin el consentimiento y la voluntad del resto de las capitales, informó una fuente de la UE a los corresponsales polacos. Solo Eslovaquia no se pronunció.
Polonia solicitó el debate sobre el papel y las competencias de Hungría como país que ostenta la presidencia. El debate tuvo lugar durante la reunión habitual de embajadores en Bruselas, presidida por el representante del estado miembro que ostenta la presidencia del Consejo de la UE, que desde el 1 de julio es Hungría.
«Los 25 países expresaron su descontento o ira por el desarrollo de la presidencia húngara», relató la fuente de la UE durante la reunión del miércoles. Los embajadores se pronunciaron sobre las visitas del primer ministro húngaro Viktor Orban, quien al día siguiente de asumir la presidencia se dirigió a Kiev, luego fue a Moscú y Pekín, y participó en la cumbre de la Organización de Estados Turcos. Según la mayoría de los países, destacó la fuente de la UE, fue un «juego de Orban», que fingía representar a la UE.
«La discusión mostró la unidad de los 25 países en su evaluación de la presidencia húngara,» se comenta. Durante la sesión también se recordaron las obligaciones de la presidencia y se subrayó que no desempeña ningún papel en la representación de la UE en política exterior.
Los embajadores mencionaron con mayor frecuencia la pérdida de confianza, acusaron a Hungría de instrumentalizar la presidencia y de violar los tratados. También instaron a Budapest a retirar su veto, ya que es la única capital que no está de acuerdo con la octava entrega de apoyo a Ucrania en el marco del Instrumento Europeo para la Paz (EPF).
«En apenas nueve días desde que asumió la presidencia, Hungría ha perdido el resto de la confianza que tenía», comentó un diplomático de la UE. Subrayó que las acciones de Orban no sirven ni a la Unión ni a la paz. «Juegan a favor de Putin y su proyecto bélico», añadió.
El ministro húngaro de Asuntos Europeos, Janos Boka, defendió las visitas de Orban. En una conferencia de prensa el miércoles en Bruselas, destacó que no es habitual que los líderes de los países miembros informen a la UE sobre sus visitas extranjeras. Añadió que, tras realizarlas, el primer ministro húngaro presentó un informe—aunque no estaba obligado—a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y a los jefes de gobierno y países miembros. «Los líderes harán con las conclusiones de estas visitas lo que consideren oportuno,» remarcó.
Las opiniones en Bruselas sobre el debate del miércoles están divididas. Un interlocutor de PAP señaló que el debate fue simbólico. «Hungría solo cambiará su conducta si siente consecuencias tangibles de sus acciones. Sin embargo, tal debate puede tener importancia en la burbuja de Bruselas, donde de todas maneras Orban tiene mala fama y no genera confianza», subrayó.
Boka declaró que Hungría desempeñaría el papel de mediador honesto en el marco de la presidencia. Según él, también estarían dispuestos a organizar una audiencia en el marco del procedimiento del Artículo 7 contra Budapest, «si hay voluntad por parte de la mayoría de los países».
Los diplomáticos destacan unánimemente que no se habla de una posible extensión de la presidencia polaca a expensas de la húngara (Varsovia asumirá la presidencia del Consejo de la UE por seis meses a partir del 1 de enero de 2025). Por el momento tampoco se está llevando a cabo un boicot de las reuniones organizadas por Budapest por parte de los ministros, en lugar de los cuales potencialmente podrían ser enviados representantes de nivel inferior. (10.07.2024)