Bruselas – España clausura este 31 de diciembre su quinta presidencia del Consejo de la Unión Europea, un semestre marcado por el adelanto electoral y por el ruido del debate político doméstico, que ha ido de menos a más y que ha culminado con un rotundo éxito de producción legislativa.
A sólo 33 días del arranque del mandato europeo, un terremoto político con epicentro en España sacudió Bruselas: el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, adelantaba la convocatoria electoral al 23 de julio, coincidiendo con el inicio de la presidencia europea. «Ha sido una presidencia importante (…), muy buena en la parte legislativa, como facilitadora de acuerdos, pero menos positiva en la parte política, principalmente por razones domésticas», comenta a EFE el analista sénior del observatorio Centro de Política Europea (CEP) Johannes Greubel.
España ha operado en un contexto de «mucha presión política» para cerrar expedientes antes de que la actividad legislativa se paralice en un par de meses y la UE enfile hacia las elecciones al Parlamento Europeo de junio. Entre los 71 expedientes legislativos que ha llevado a buen término figuran expedientes complicados como la Ley de Inteligencia Artificial, la Ley de Restauración de la Naturaleza o la reforma del mercado eléctrico. Y como colofón, a finales de diciembre, llegó el pacto sobre Asilo y Migración, que llevaba atascado años, y además los Veintisiete pactaron las nuevas reglas fiscales tras llegar a un acuerdo Francia y Alemania, gran escollo de un expediente clave que aún debe acordarse con la Eurocámara. En la dimensión global, la presidencia española impulsó la primera cumbre en una década de la Unión Europea y la Comunidad de Estados de América Latina y del Caribe. (30 de diciembre)
Carlos Cuerpo, de «sherpa» de Calviño a la primera línea de la política económica española
El nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo (d) recibe la cartera de manos de su antecesora en el cargo, Nadia Calviño (i) durante un acto celebrado este viernes en el ministerio de Economía en Madrid. EFE/ Juan Carlos Hidalgo
Madrid – Carlos Cuerpo Caballero asciende a la primera línea de la política económica española con la expectativa de que su gestión sea continuista, después de algo más de dos años como secretario general del Tesoro y ‘sherpa’ en el ámbito europeo de su predecesora en el Ministerio de Economía, Nadia Calviño.
Los ‘sherpas’ son los altos cargos gubernamentales de cada país que preparan el terreno para los acuerdos que luego culminan los ministros o los jefes de Estado o Gobierno, y en este contexto, Cuerpo ha tenido un papel fundamental en uno de los grandes éxitos de la presidencia española de la Unión Europea (UE) del semestre que acaba, la reforma de las reglas fiscales.
El nuevo ministro español de Economía, Comercio y Empresa, hasta ahora secretario general del Tesoro, ha sido la mano derecha de Calviño al frente de las negociaciones fuera de foco previas a las reuniones del Ecofin (Consejo Europeo de Asuntos Económicos y Financieros). El mismo papel ha jugado en las asambleas del Fondo Monetario Internacional (FMI) o en la reuniones del G20, que agrupa a las grandes economías del mundo. (29 de diciembre)
La ultraderecha avanza en la UE con la mirada puesta en las elecciones europeas de junio
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán (i), y la ahora primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en un septiembre de 2019 en una reunión del partido Fratelli d’Italia en Roma. EFE/EPA/Fabio Frustaci
Bruselas – Ganan presencia en las calles y en gobiernos europeos posturas de extrema derecha: un año después de la llegada al poder de la italiana Giorgia Meloni, el neerlandés Geert Wilders ganó las Legislativas en otro de los países fundadores de la Unión Europea, donde en apenas seis meses las elecciones europeas servirán para medir su fuerza global en el club de los 27.
Las próximas elecciones al Parlamento Europeo se celebrarán del 6 al 9 de junio de 2024, y a las urnas está dispuesto a ir el 68% de los europeos, nueve puntos porcentuales más que en las anteriores, según el último barómetro. Sondeo tras sondeo, se detecta el avance de la ultraderecha, que sueña con cambiar los equilibrios políticos en la UE y que es segunda fuerza en Francia o Alemania, motores del club comunitario. Cabalga sobre la antiinmigración y contra las políticas de Bruselas y a favor de la seguridad y la soberanía, pero está lejos de hacerlo unida, como se ve en el Parlamento Europeo (PE), dónde se reparte en dos grupos.
La ultraderecha está en gobiernos de cinco países de la UE -Italia, Hungría, Eslovaquia, Finlandia y Letonia-, y en Suecia presta apoyo parlamentario al actual Ejecutivo. Pero tiene cero representación parlamentaria en otros cinco países -Croacia, Irlanda, Lituania, Luxemburgo y Malta-, y perdió terreno en las últimas elecciones en España y Polonia, donde el liberal Donald Tusk es primer ministro tras dos legislaturas dos legislaturas del PiS. (26 de diciembre)
Los grandes bancos centrales buscan la fórmula para afrontar el posible techo de los tipos
Vista general del BCE en Fráncfort del Meno, Alemania, en una imagen de archivo. EFE/EPA/RONALD WITTEK
Fráncfort / Washington – El Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. y el Banco de Inglaterra han mantenido una política monetaria restrictiva durante todo el año, aunque los mercados empiezan a anticipar que los recortes de tasas llegarán en 2024, con la duda de cuál será la velocidad con que se produzcan.
En sus últimas reuniones del año, tanto la Reserva Federal, como el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo (BCE) optaron por mantener los tipos en los niveles previos. Mientras, Japón sigue con sus tipos ultrabajos y China ha reducido dos veces los tipos en el año.
El discurso, sin embargo, no ha sido el mismo en los tres organismos: mientras que el presidente de la Fed, Jerome Powell, dejó abierta la puerta a posibles bajadas; la presidenta del BCE, Christine Lagarde, quiso desterrar la idea de que existiera cualquier tipo de debate sobre cuándo bajarían los tipos. Lagarde, que mantuvo los tipos en el 4,5%, ha afirmado que cree que «aún hay trabajo por hacer» y eso puede significar mantener» los tipos «durante un periodo suficientemente largo». (30 de diciembre)
La nueva PAC cumple un año farragoso para el campo español por la sequía y la burocracia
Vista de un viñedo de la Rioja Alavesa en España, en una imagen de archivo. EFE/ ADRIÁN RUIZ HIERRO
Madrid – El campo español cierra un primer año de aplicación de la nueva Política Agrícola Común (PAC) muy problemático, en el que las altas metas ambientales y digitales han chocado con la realidad de la sequía, la inflación, la burocracia y carencias en los anticipos de las ayudas.
La normativa de la PAC para 2023-2027 entró en vigor el 1 de enero y el balance es desigual entre las organizaciones agrarias, el Gobierno o las instituciones de la Unión Europea (UE), pero todos han coincidido en las enormes complicaciones que ha generado la reforma más ambiciosa de esa política.
La PAC beneficiará a 650.000 agricultores y ganaderos españoles; España es el tercer país que percibirá más fondos, con más de 47.000 millones de euros, 7.150 millones anuales. Entró en vigor acarreando las consecuencias de la guerra de Ucrania y el incremento de los costes, a lo que se ha sumado en España una sequía extrema. España, con permiso de Bruselas, autorizó el anticipo de hasta el 70 % de las ayudas -entre octubre y noviembre- para proporcionar ingresos a las explotaciones, pero en la práctica las autonomías han adelantado menos de lo previsto y desde el sector agrario muestran malestar por «no llegar la liquidez cuando hace falta». (25 de diciembre)
Esta recopilación es una selección editorial basada en la cobertura europea de EFE. La responsabilidad editorial de esta publicación es de EFE.