Washington – El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ve insuficiente la presión de EE.UU. al líder israelí, Benjamin Netanyahu, en la actual guerra en Gaza y admite el malestar de la UE por la actitud del primer ministro húngaro, Viktor Orbán y sus recientes viajes a Moscú y Pekín.
En una entrevista con EFE en Washington, donde participa en la cumbre de la OTAN que concluye este jueves, Borrell repasa los principales retos globales desde la perspectiva de la Unión Europea: la guerra en Gaza, los comicios de Estados Unidos, la observación electoral en Venezuela y los viajes de Orbán.
La presión de EE.UU. sobre Netanyahu «no ha sido suficiente»
En opinión del alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la presión de Estados Unidos sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, «no ha sido suficiente» para detener la guerra en Gaza y recordó que Washington dispone de medidas más drásticas para influir en Israel, como la restricción de venta de armamento.
«La presión diplomática no ha sido suficiente, está por ver si están dispuestos a adoptar otro tipo de medidas. En el pasado se tomaron», señaló Borrell, haciendo referencia a las restricciones de venta de armamento impuestas por anteriores presidentes republicanos como Ronald Reagan y George H.W. Bush.
Concretamente, Reagan en 1981 suspendió un acuerdo estratégico entre EE.UU. e Israel para mostrar su rechazo a la anexión de los Altos del Golán. Por su parte, Bush en 1991 pidió al Congreso que retrasara el debate de un préstamo a Israel en reacción a unos asentamientos teóricamente destinados para judíos que salían de la Unión Soviética.
Borrell, sin embargo, no llegó a afirmar que el Gobierno de Biden deba restringir la ayuda militar a Israel. «Cada uno sabrá lo que tiene que hacer, pero es evidente que la presión diplomática hasta ahora no ha sido suficiente», se limitó a decir.
Trump tenía «razón» en pedir más gasto a la OTAN
Durante la entrevista, Borrell, consideró que el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) tenía «razón» cuando en la Casa Blanca instó a los países de la OTAN a aumentar su gasto en defensa.
«Trump, a su manera y con su estilo particular, lanzó una advertencia a los europeos que, tras la guerra en Ucrania, se ha demostrado acertada. Que es que los europeos hemos descuidado nuestra seguridad, especialmente nuestras capacidades en defensa», afirmó.
Borrell recordó cómo tras el final de la Guerra Fría el gasto militar dejó de ser prioritario en Europa y, luego, esta situación se agravó con la crisis del euro entre 2009 y 2016, pues resultaba «más fácil políticamente disminuir los arsenales que recortar las pensiones».
No obstante, la actitud cada vez más agresiva de Rusia, incluida la anexión de Crimea en 2014, ha llevado a los miembros de la OTAN a comprometerse con el incremento del gasto militar, de manera que la Alianza estima que 23 países superarán o alcanzarán este año el objetivo de destinar el 2% de su PIB a defensa.
Revocación de la invitación para observar las elecciones en Venezuela
Por otro lado, Borrell también se refirió a la decisión de Venezuela de revocar a la UE la invitación para observar las elecciones presidenciales del 28 de julio.
«Creo que la Unión Europea hubiera aportado un valor añadido muy importante y lamento mucho que el Gobierno venezolano no haya querido que estuviésemos allí», manifestó.
Según el gobierno venezolano, más de 635 veedores internacionales han confirmado su visita a Venezuela para presenciar el proceso electoral, entre ellos miembros del Centro Carter, fundado por el expresidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981).
«Profundo malestar» por los viajes de Orbán
Por último, Borrell manifestó que existe un «profundo malestar» en la Unión Europea por los recientes viajes del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a Rusia y China, en lo que este ha denominado una «misión de paz» para Ucrania.
«Hay un profundo malestar en la Unión Europea sobre este comportamiento», afirmó.
Pocos días después de asumir la presidencia rotatoria del Consejo de la UE el 1 de julio, Orbán, el miembro del club comunitario más cercano al Kremlin, ha visitado Kiev, Moscú, Pekín y Washington en lo que ha descrito como una «misión de paz» para la guerra en Ucrania. (11 de julio)
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