Have the article read by OpenAI (Beta). Please note that AI translations may take some time to process.El Parlamento Europeo se reúne esta semana por primera vez desde las elecciones de junio, con una extrema derecha fortalecida que exige más influencia en la asamblea de 720 miembros.
El martes, la conservadora maltesa Roberta Metsola, de 45 años, fue reelegida como presidenta del Parlamento Europeo por un mandato de dos años y medio. Al término de su mandato, la sucederá un socialista por el mismo período.
El resultado de las elecciones de junio se caracterizó por un giro hacia la derecha en la Unión Europea y la consiguiente reorganización de los grupos de extrema derecha en el Parlamento.
La extrema derecha logró avances significativos en las elecciones de junio, aunque la coalición centrista formada por el conservador Partido Popular Europeo (PPE), los Socialistas y Demócratas (S&D) de centroizquierda y el liberal Renew sigue siendo la más grande, con 188, 136 y 77 escaños cada uno respectivamente.
El martes entraron en el Parlamento dos nuevos grupos de extrema derecha: Patriotas por Europa (PfE), creado por el primer ministro húngaro Viktor Orbán, y Europa de las Naciones Soberanas (ESN, en sus siglas en inglés), un grupo más pequeño que incluye a Alternativa para Alemania (AfD) y el partido francés Reconquête.
Con 84 eurodiputados de doce países, liderados por el jefe del Partido Nacional (RN) francés, Jordan Bardella , el grupo PfE es ahora la tercera fuerza más grande en el Parlamento Europeo, seguido por los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) con 78 escaños.
El grupo ESN, creado por el partido ultraderechista AfD, reúne a 25 eurodiputados de ocho países y cuenta con dos copresidentes: René Aust, del partido AfD, y Stanisław Tyszka, de la alianza populista de extrema derecha polaca Konfederacja (Confederación).
Acusan al grupo Patriotas por Europa de servir a Rusia
Los grupos ultraderechistas PfE y ESN son una línea roja para la coalición centrista (PPE, S&D y Renew). La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , que el jueves se someterá a votación en el Parlamento para un segundo mandato, ha declarado que no habrá diálogo con ellos. El líder del PPE, Manfrer Weber, ha dicho que “quien esté en contra de la UE no puede representarla”.
El portavoz de los Patriotas, Alonso de Mendoza, argumentó que un “cordón sanitario” –una estrategia empleada por los principales partidos políticos para bloquear a la extrema derecha– era “antidemocrático”.
La creación del grupo PfE fue anunciada a finales de junio por el líder del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), Herbert Kickl , el primer ministro húngaro, Viktor Orbán (Fidesz), y el ex primer ministro checo, Andrej Babiš, del partido populista ANO.
En Austria, los representantes de otros partidos en el Parlamento Europeo no aprecian demasiado al nuevo grupo. En un comunicado de prensa, el jefe de la delegación del Partido Popular Austríaco (ÖVP), Reinhold Lopatka , los ha calificado de “cómplices del belicista Putin en Europa” y no espera que realicen un trabajo productivo en el Parlamento.
“Los autoproclamados Patriotas por Europa no están interesados en un mayor desarrollo de la UE, sino únicamente en su debilitamiento”, afirmó Lopatka.
En la República Checa, el primer ministro Petr Fiala declaró en X que el grupo PfE, consciente o inconscientemente, sirve a los intereses de Rusia y, por lo tanto, amenaza la seguridad y la libertad de Europa. Babiš desestimó estos comentarios y afirmó que ANO nunca ha colaborado con el Kremlin.
En respuesta a las declaraciones de Fiala, los representantes de ANO no asistieron a la reunión de los eurodiputados checos con el primer ministro el viernes pasado.
El exembajador portugués y actual eurodiputado por el partido populista de derecha portugués Chega, António Tânger Corrêa , ya había dicho en el pasado que estaba a favor de una solución a la guerra en Ucrania que hiciera sentir cómoda a Rusia. Más tarde cambió de postura, tras la reacción negativa de algunos miembros de su partido, y dijo que Ucrania debería ser quien decidiera las condiciones de la paz.
La extrema derecha sigue dividida
Además del Fidesz húngaro y el RN francés, en el grupo PfE también participan la Liga italiana, el Vox español, el Partido de la Libertad holandés (PVV), el Partido Popular danés, el Chega portugués y el Vlaams Belang belga. También forman parte del grupo otros eurodiputados de la República Checa (Juramento y Automovilistas), Letonia (Letonia Primero) y Grecia (Voz de la Razón), así como un partido satélite del Fidesz húngaro llamado KDNP.
Pero en la nueva legislatura de la UE, la extrema derecha sigue fragmentada: los partidos de extrema derecha y los euroescépticos se dividen en diferentes grupos.
Anteriormente, la facción euroescéptica más importante era el ECR, dominado por el partido Hermanos de Italia (FdI) de la primera ministra italiana Giorgia Meloni , que ha suavizado su anterior euroescepticismo en el poder. La otra era el grupo Identidad y Democracia (ID), que ya no existe, dominado anteriormente por el RN francés y que adoptó una postura más antieuropea.
En Bélgica, por ejemplo, el partido de extrema derecha antiinmigración y nacionalista Vlaams Belang se unió al grupo PfE. El partido obtuvo la mayoría de votos en las elecciones europeas y obtuvo tres escaños en el Parlamento Europeo.
Pero Bélgica también celebró elecciones federales de manera simultánea, en las que el partido nacionalista Nueva Alianza Flamenca (N-VA) obtuvo la mayoría de los votos. En el Parlamento Europeo, N-VA decidió permanecer en el grupo europeo ECR.
En Polonia, la alianza de extrema derecha Konfederacja se dividió en dos: tres de los seis eurodiputados electos del país se han unido al grupo ESN, mientras que otros dos están negociando para unirse a los Patriotas de Viktor Orbán.
Eslovenia y Eslovaquia entran en el quinto ciclo legislativo
En Eslovenia y Eslovaquia, los eurodiputados siguen siendo más numerosos en los partidos de la coalición centrista.
Durante la nueva legislatura, Eslovenia contará con nueve eurodiputados: cinco del PPE, uno del S&D, dos del partido Renew y uno de los Verdes. Por primera vez desde 2004, cuando Eslovenia se adhirió a la UE, un eurodiputado esloveno será uno de los vicepresidentes del Grupo PPE. Otro eurodiputado de la misma nacionalidad será vicepresidente del grupo Renew.
Eslovaquia, sin embargo, tendrá la representación más débil en el grupo PPE desde su adhesión a la UE en 2004. De los 15 eurodiputados, sólo uno estará en el PPE, seis se unirán al grupo Renew, uno se unirá al nuevo grupo ESN y los siete restantes serán no inscritos.
¿Qué le espera al nuevo Parlamento Europeo?
Mientras la guerra se desata a las puertas de Europa, el bloque enfrenta múltiples desafíos, incluida una economía estancada y una creciente incertidumbre global, que tanto los líderes de la UE como los eurodiputados tendrán que enfrentar directamente después de su elección.
Pero todas las miradas estarán puestas en la votación del jueves, cuando los legisladores decidan si conceden a Ursula von der Leyen otros cinco años al frente de la Comisión, considerado el cargo más poderoso de la UE. Desde que los líderes de la UE alcanzaron un acuerdo reñido sobre su candidatura a fines de junio, von der Leyen ha estado luchando por ganarse el apoyo de los legisladores de los principales grupos políticos.
Para conseguir el mandato, la conservadora alemana necesita al menos 361 votos en la cámara de 720 escaños. Podría ser una carrera reñida: en 2019, consiguió el puesto por solo nueve votos.
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