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El objetivo global debe ser la reducción del número de armas nucleares, no la escalada nuclear. Con motivo del Día Mundial para la Prohibición de las Armas Nucleares, el jefe de la diplomacia eslovaca, Juraj Blanár (Smer), lo mencionó en la página de Facebook del Ministerio de Asuntos Exteriores y Europeos (MZVaEZ) de la República Eslovaca.
Blanár recordó que en este día el mundo conmemora los trágicos eventos del 6 de agosto de 1945, que se convirtió en el Día de Hiroshima, cuando más de 70 mil personas murieron tras el lanzamiento de una bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. Agregó que tres días después, una bomba atómica también cayó sobre la ciudad de Nagasaki, cobrándose otras 40 mil víctimas.
«Las consecuencias de estos ataques siguen siendo una advertencia para todo el mundo de que el uso de armas nucleares tiene consecuencias catastróficas y el objetivo global debe ser la reducción del número de armas nucleares, no la escalada nuclear,» subrayó Blanár.
Destacó que Eslovaquia apoya las actividades de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) y es signataria de los principales tratados que limitan las armas nucleares, como el Tratado de No Proliferación Nuclear y el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. El resultado de varias actividades de estas instituciones es la drástica reducción del número de ensayos nucleares realizados globalmente y el exitoso funcionamiento del Sistema Internacional de Monitoreo que detecta cualquier indicio de posibles ensayos nucleares.
«Hoy en día, la Tierra está cubierta por 300 estaciones de monitoreo especializadas y laboratorios, cuyos resultados ayudan, por ejemplo, en las advertencias de tsunamis. El uso de la energía nuclear nos proporcionará un futuro solo si la dirigimos hacia fines pacíficos: en medicina, energía o en ciencia e investigación,» afirmó el ministro Blanár. (6 de agosto)