Madrid – La tasa de actividad laboral de los extranjeros que residen en España es una de las más elevadas de la Unión Europea y a diferencia de lo que ocurre en otros países, superior a la de los nacionales, contribuyendo en mayor medida al aumento de la oferta laboral.
Así se desprende del informe publicado por el Banco de España bajo el título ‘Una caracterización de los flujos migratorios hacia España y otros países de la Unión Europea’, que indica que en 2023 la tasa de participación en el mercado laboral de los extranjeros que residen en España (78%) era una de las más altas de la UE, por encima de las observadas en Alemania (73%), Italia (71%) y Francia (70%).
Además, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países de la UE, donde la tasa de participación de los extranjeros es inferior a la de la población nacional, en España e Italia dicha tasa es más elevada que la de los nacionales, aunque este diferencial positivo se ha ido estrechando desde 2008.
De este modo, teniendo en cuenta que un porcentaje elevado de los migrantes que llegan a España están en edad de trabajar y que su tasa de actividad, además de ser de las más elevadas entre los países de su entorno, es mayor que la de los nativos, puede deducirse que los extranjeros contribuyen a incrementar la oferta laboral en España en mayor medida que en otros países de la UE.
Recientemente, la contribución de los extranjeros al dinamismo del empleo ha sido muy importante en varios países europeos. Entre estos destaca España, donde los trabajadores nacidos en el extranjero aportaron 2,3 puntos porcentuales al incremento total del empleo registrado en 2023, en comparación con 1,3 puntos en Países Bajos y 1 punto en Alemania.
El informe del Banco de España explica que los trabajadores extranjeros suelen concentrarse en actividades que no requieren una formación elevada, aunque, recientemente, hay indicios de cierto desplazamiento a sectores de mayor cualificación.
De hecho, desde 2008 se ha producido un aumento del porcentaje de extranjeros que se dirigen a actividades de mayor cualificación y se ha reducido la proporción de los que se emplean en sectores de baja cualificación.
Así, por ejemplo, entre 2008 y 2022 aumentó el porcentaje de extranjeros recién llegados a España -con un año o menos de residencia- empleados en comunicaciones (del 2% al 12%), manufacturas (del 5% al 11%), comercio (del 12% al 17%), sanidad y servicios sociales (del 1,6% al 3,3%), mientras que disminuyó el de aquellos ocupados en el servicio doméstico (del 22% al 9%) y la hostelería (del 13% al 8%).
En España, los inmigrantes proceden principalmente de Latinoamérica, por lo que constituyen un colectivo más homogéneo y culturalmente más próximo al país de destino que los que se dirigen a otros países europeos. En general, tienen mayor edad y nivel educativo, y hay mayor presencia de mujeres. (7 de agosto)
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