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El nuevo régimen permite, entre otras cosas, sancionar a personas u organizaciones que se dediquen a socavar procesos electorales e instituciones democráticas y campañas de desinformación, pero también sabotaje económico, actividades cibernéticas maliciosas y la instrumentalización de migrantes.
Al igual que con otros regímenes de sanciones europeos, las personas u organizaciones en esta lista corren el riesgo de sufrir el bloqueo de sus activos en la UE. También se prohibirá a ciudadanos y empresas europeas poner fondos a su disposición. Además, se expedirá una prohibición de ingreso contra las personas físicas.
El régimen de sanciones fue propuesto por el alto representante de la política exterior europea, Josep Borrell. En un comunicado, Borrell denuncia el martes el «creciente número» de acciones desestabilizadoras desde Rusia. Estas van desde ataques cibernéticos, sabotaje de infraestructuras importantes, hasta la interrupción de comunicaciones por satélite. Según él, forman parte de «una amplia y coordinada campaña híbrida liderada por Rusia en un intento de dividir nuestra sociedad».
Esta semana, en vísperas de las elecciones locales y provinciales del domingo, numerosos sitios web de administraciones locales en Bélgica fueron atacados por hackers pro-rusos. También apuntaron a nuestro país debido al apoyo a Ucrania.
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