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Bruxelas (ANSA) – El secretario general de la OTAN Mark Rutte ha confirmado que «tropas norcoreanas han sido enviadas a Rusia y que unidades militares norcoreanas han sido desplegadas en la región de Kursk». Para el jefe de la Alianza Atlántica se trata de «una escalada significativa del involucramiento de la República Democrática Popular de Corea en la guerra ilegal de Rusia, una enésima violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y una peligrosa expansión de la guerra rusa: debe cesar de inmediato».
El despliegue de las tropas norcoreanas «es también una señal de la creciente desesperación de Putin» ha observado el ex primer ministro holandés, añadiendo que «más de 600.000 soldados rusos han sido muertos o heridos en la guerra» y que Putin «no es capaz de sostener su asalto a Ucrania sin el apoyo extranjero. Esto se debe a que los ucranianos están reaccionando con valentía, resiliencia e ingenio».
«El fortalecimiento de la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte es una amenaza para la seguridad tanto del Indo-Pacífico como del Euro-Atlántico» ha explicado Rutte, subrayando cómo esto socava «la paz en la península coreana» y alimenta «la guerra rusa contra Ucrania». Una delegación de Corea del Sur ha informado al Consejo del Atlántico Norte y a otros socios en el Indo-Pacífico – Australia, Japón y Nueva Zelanda – sobre el creciente involucramiento de Corea del Norte en la guerra rusa contra Ucrania (28 de octubre).
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