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Bruselas/Bratislava – Aproximadamente 100 eslovacos y checos se reunieron el domingo por la noche en el parque Leopold de Bruselas junto al Banco de Václav Havel, para conmemorar con la embajadora de la República Checa en la UE, Edita Hrdá, y el embajador de Eslovaquia en la UE, Juraj Nociar, el 35° aniversario de la Revolución de Terciopelo y su mensaje para la actualidad. Así lo informa el corresponsal de TASR.
El Banco de Václav Havel fue inaugurado oficialmente en octubre de 2021 y desde entonces, durante tres años, ha sido el lugar de diversos eventos culturales y sociales.
La embajadora checa en la UE, tras el sonido de los himnos nacionales de la República Checa y Eslovaquia, recordó que los checos y eslovacos, al igual que el año pasado, vinieron a este lugar para recordar los eventos de hace 35 años, y valoró que vinieran con niños a los cuales pueden transmitir el mensaje de la Revolución de Terciopelo.
«Para mí personalmente es una de las fiestas nacionales más importantes», afirmó, justificando que fue un cambio sustancial en la vida de la sociedad, que en 35 años ha tomado plena conciencia de lo que este día significa «para nuestra historia, el presente, pero también el futuro». También destacó que es importante seguir transmitiendo el legado de Václav Havel.
«Nosotros, que lo conocimos y trabajamos con él, sabíamos que sus reflexiones eran profundas y se basaban en principios claros y simples. Quizás hoy se sorprendería de que de nuestra sociedad ha desaparecido la tolerancia mutua y el diálogo», dijo Hrdá.
En su discurso, Nociar describió la Revolución de Terciopelo como el momento más crucial de la historia moderna de eslovacos y checos, y recordó que el 17 de noviembre no llegó como un «rayo de un cielo despejado», porque ya en 1988 una manifestación con velas y la marcha estudiantil del 16 de noviembre en Bratislava lo precedieron.
«Sin noviembre, sería difícil que estuviéramos pensando que la República Checa y Eslovaquia fueran parte de la UE y parte del mundo democrático occidental,» dijo. También mencionó a Havel, sin cuyo enfoque de pensamiento, acción y organización de la sociedad civil no confrontativa, los cambios revolucionarios de 1989 habrían sido ciertamente menos «suaves».
Eso es, según él, un gran mensaje para la sociedad actual, porque vemos cómo no solo las fuerzas políticas se polarizan, sino prácticamente toda la sociedad, y esto no solo en nuestros países, sino en toda Europa y el mundo.
«Agradezcamos que checos y eslovacos se hayan reunido nuevamente en la Unión Europea, como antes estuvimos en un mismo estado. Pero debemos seguir atentos para que el mensaje del 17 de noviembre no solo perdure, sino que lo sigamos cultivando», concluyó Nociar. (17- de noviembre).
«Sin noviembre, sería difícil que estuviéramos pensando que la República Checa y Eslovaquia fueran parte de la UE y parte del mundo democrático occidental»: Juraj Nociar
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