El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, desafía una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) e invita a Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, a Hungría.
Así lo dice Orbán a la radio estatal de Hungría según Reuters.
La CPI emitió el jueves una orden de arresto internacional tanto para Netanyahu como para el exministro de defensa israelí Yoav Gallant, ya que se les sospecha de haber cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Se supone que esto ocurrió en relación con la guerra en Gaza.
El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, declaró posteriormente que los Estados miembros de la UE deben respetar la orden de arresto de la CPI. Pero aunque Hungría actualmente tiene la presidencia de la UE, Orbán no tiene intención de actuar sobre la orden de arresto.
En la radio estatal húngara, Orbán declaró que la decisión de emitir la orden de arresto para Netanyahu es «incorrecta». Continuó diciendo que Netanyahu podrá negociar y estar seguro en Hungría.
La CPI considera que Netanyahu y Gallant han cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, entre otras cosas, al impedir que alimentos y medicinas lleguen a los civiles en Gaza.
Además, el tribunal considera a los dos ministros israelíes responsables de al menos dos ataques que, según la evaluación de la CPI, se dirigieron directamente contra civiles en el territorio palestino.
Además de Netanyahu y Gallant, la CPI emitió una orden de arresto internacional para Mohammed Deif. Ha sido, o es, el líder de la rama armada del movimiento militante Hamas, las brigadas al-Qassem.
En julio, se informó que Deif fue asesinado en un ataque israelí en Gaza, pero según la CPI, no se ha confirmado que realmente esté muerto.
La orden de arresto para Mohammed Deif también se basa en que, según la CPI, ha cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Se supone que esto ocurrió a partir del 7 de octubre de 2023, cuando Hamas atacó a Israel.
Deif, según la CPI, es responsable de las masacres cometidas contra civiles y soldados en Israel el 7 de octubre y de los secuestros y posteriores agresiones sexuales y torturas cometidas contra rehenes bajo custodia de Hamas.
Hungría no es el único país occidental que va en contra de la orden de arresto de la CPI, y desde el lado estadounidense, el presidente Joe Biden ha calificado la orden de «escandalosa».
«Las órdenes de arresto de la CPI para líderes israelíes son escandalosas. Permítanme dejarlo muy claro: independientemente de lo que indique la CPI, de ninguna manera -en absoluto- se puede comparar a Israel y Hamas», dijo Biden el jueves.
Estados Unidos ha rechazado fundamentalmente las órdenes de arresto.