El ministro de Asuntos Exteriores rechazó hoy que haya un boicot político a la presidencia húngara del Consejo de la Unión Europea (UE), pero admitió “significado político” en la ausencia de ministros portugueses en las reuniones en Budapest.
“Lo que voy a decir está sujeto a una revisión permanente. Nosotros [Portugal] tendremos representación política [en las reuniones informales], pero no a nivel ministerial […]. Tiene un significado político, pero no hay aquí un boicot político”, dijo Paulo Rangel, tras una reunión ministerial, en Bruselas.
El gobernante se refería al clima de malestar en que comenzó la presidencia de Hungría del Consejo de la UE, el día 01 de julio y que va hasta el final del año.
En la primera semana, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, viajó a Kiev, luego Moscú y Pekín. El encuentro con el Presidente ruso, Vladimir Putin, fue altamente criticado no solo por la generalidad de los Estados miembros, sino también por el presidente saliente del Consejo Europeo, Charles Michel, y por la presidenta reelegida de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
A los encuentros con Volodymyr Zelensky, Vladimir Putin y Xi Jinping siguió la presentación, por parte de Orbán, de una propuesta para acabar con el conflicto en el territorio ucraniano, que pasa, entre otros puntos, por dialogar con Rusia y dejar que China haga la mediación del proceso.
Portugal decidió no hacerse representar por los ministros en las reuniones informales organizadas por Hungría.
“Algo que quedó claro es que hay una abrumadora mayoría de Estados miembros que condenaron las iniciativas de Viktor Orbán en el marco de las relaciones con Ucrania.
A pesar de que Viktor Orbán no tiene un título europeo, el hecho de haber actuado de esta manera en la presidencia húngara crea una contradicción entre la que es su visión sobre cómo se debería manejar el conflicto en Ucrania y la que es la visión de la UE”, completó el gobernante portugués.