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Madrid – La Cumbre de Paz para Ucrania celebrada este fin de semana en Lucerna (Suiza) evidenció las diferencias existentes en la comunidad internacional respecto a la guerra en Ucrania, ya que una docena de países, varios de ellos del denominado Sur Global, no apoyaron la declaración final, que abogaba por la seguridad nuclear y del tránsito marítimo, la liberación de prisioneros y la inclusión de Rusia en unas futuras conversaciones de paz.

«Creemos que alcanzar la paz necesita de la participación y del diálogo entre todas las partes», reza la declaración final del encuentro, firmada por alrededor de 80 entidades, entre las que se encuentran Estados Unidos, Reino Unido, la Comisión Europea, Italia, Portugal o España.

Los firmantes defienden la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional como herramientas marco de «una paz duradera y justa» que permitan solucionar las cuestiones tratadas en la cumbre. 

Además, instan al retorno de «todos los civiles” deportados y desplazados «de manera ilegal» a Rusia, a que las instalaciones nucleares de Ucrania queden completamente al margen del conflicto y bajo control soberano y supervisión de Ucrania y a una “navegación comercial libre, plena y segura”.

Varios países presentes en la Cumbre, como India, Brasil, Arabia Saudí, Sudáfrica o Emiratos Árabes Unidos, no firmaron la declaración final, una decisión que aceptó el Gobierno ucraniano, que puntualizó que uno de los objetivos del encuentro era el de dar voz a todo tipo de opiniones.

En la rueda de prensa final, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski describió la cumbre como un «un gran éxito para Ucrania y para todos los socios» del país. «Estamos respondiendo a la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia no sólo con una defensa a gran escala de la vida humana, sino también con una diplomacia a gran escala», indicó.

En las primeras reacciones internacionales, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidió a Rusia que prestara atención al mensaje de la comunidad internacional para poner “fin a su violencia imperialista».

De igual modo, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, destacó que «más de un centenar de líderes y organizaciones internacionales» han enviado el mensaje de respaldo de una paz «justa y duradera» para Ucrania bajo el marco de la Carta de Naciones Unidas.

Por su parte, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, trasladó que el país continuará apoyando a Ucrania «todo el tiempo necesario» y se opuso a cualquier solución al conflicto que «valide una agresión o una anexión por la fuerza» como la perpetrada por Rusia, ya que «no durará y solo llevará a un mundo más inestable y peligroso».

Sánchez indicó que no se le puede echar la culpa de esta guerra «a Occidente, a la OTAN» y defendió que se deben aplicar normas básicas para mantener una coexistencia pacífica entre los países. A su juicio, a los países les unen “unos valores troncales”, como el respeto a la soberanía, independencia e integridad territorial de cada uno, que se deben defender en todo momento y lugar.

El jefe del Ejecutivo español, que rechazó la paz pase por «una solución que valide una agresión o una anexión por la fuerza», esperó que la cumbre ayude a generar ese consenso para eventualmente llegar a una solución en un futuro con todas las partes involucradas, incluida Rusia.  (15 y 16 de junio)

La responsabilidad editorial de esta publicación es de Europa Press.