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Bruxelles (ANSA) – El Super Martes de las audiencias de los vicepresidentes designados de la nueva Comisión Europea terminó en nada. Las tres fuerzas de la ‘mayoría Ursula’, Populares, Socialistas y Liberales, optaron por un aplazamiento «sin fecha determinada» de la evaluación de los seis vicepresidentes en funciones, entre ellos el ministro de Asuntos Europeos, Raffaele Fitto, a la espera de una mediación de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Durante su audiencia de confirmación, Fitto se distanció de posiciones soberanistas y admitió que, a pesar de lo que hizo cuando estaba en el Parlamento Europeo, hoy habría votado a favor del Next Generation UE. «Aquí no represento un partido ni a Italia, sino a Europa», subrayó Fitto reivindicando haber trabajado siempre por una Unión más fuerte. Durante el día también fueron examinados la popular Henna Virkkunen, los liberales Kaja Kallas y Stephane Sejourné y las socialistas Teresa Ribera y Roxana Minzatu.
Ya desde primera hora de la mañana estaba claro que Populares, Socialistas y Liberales no votarían ni con el quórum de 2/3 de la comisión parlamentaria competente ni con la mayoría simple de los miembros, prevista en la tercera votación. Con la mayoría simple Fitto habría pasado gracias al sí de Ecr, de los Patriotas e incluso de la ultraderecha de Afd, hipótesis muy incómoda para von der Leyen y ahora también para el líder del PPE Manfred Weber, que se enfrenta a las próximas elecciones en Alemania.
Por otro lado, la socialista Ribera no tenía la certeza de pasar ni siquiera a mayoría simple. Y su audiencia lo demostró. «Le correspondía a ella evitar la tragedia de Valencia. Debería estar en un tribunal», atacaron tanto Vox como el Partido Popular. En el PPE, los españoles querrían posponer el sí a Ribera después de su audiencia en el Parlamento ibérico, el 20 de noviembre.
Fratelli d’Italia ha asegurado que, con Fitto en el equipo, en Plenaria votará por la nueva Comisión von der Leyen, entrando de hecho en la mayoría (12 de noviembre).
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