Berlín – El ministro checo Jan Lipavský una vez más se pronunció a favor de restringir el movimiento de los diplomáticos rusos en el espacio Schengen europeo sin controles fronterizos internos. Lo declaró en una entrevista actual con la emisora pública alemana para la radiodifusión extranjera Deutsche Welle (DW). La emisora además explicó que los checos ya no permiten viajar al país a los rusos que no tienen pasaportes biométricos. La intervención de Lipavský fue notada por la revista Focus, que hoy retomó el material de DW.
«Les brindamos beneficios y, por supuesto, sabemos que las misiones diplomáticas rusas están involucradas en la guerra híbrida contra Europa,» dijo Lipavský a la emisora DW. Señaló que en la Unión Europea hay alrededor de 3000 representantes rusos que tienen pasaportes diplomáticos.
«El rencor de Praga se remonta al año 2014, cuando dos ciudadanos checos murieron en una explosión en un depósito de municiones en Vrbětice. Las autoridades checas atribuyen la responsabilidad a dos colaboradores del servicio de inteligencia ruso GRU,» recordó DW. Añadió que cuatro años después, estos dos agentes supuestamente envenenaron en Salisbury, Reino Unido, al exagente secreto ruso Sergei Skripal.
«Ambos (agentes) viajaban con pasaportes falsos no biométricos, lo que complicó su identificación. Mientras tanto, los ciudadanos rusos ya no pueden viajar a la República Checa sin pasaportes biométricos. El ministro de Asuntos Exteriores quiere que otros estados de la UE hagan lo mismo, especialmente con el creciente número de actos de sabotaje en Europa, que supuestamente no solo están conectados con Moscú, sino que también son apoyados por Moscú,» dijo la emisora.
Lipavský habla repetidamente sobre la necesidad de restringir el movimiento de los diplomáticos rusos en la Unión Europea. Por ejemplo, en abril de este año, en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE, dijo que dos años después de la invasión rusa a Ucrania, es hora de dar ese paso. El ministro señala que los portadores de pasaportes diplomáticos rusos se benefician de ventajas que la UE no está obligada a proporcionar según los acuerdos internacionales. (2 de septiembre)