Del 6 al 9 de junio, el 50,74 por ciento de los votantes elegibles en la Unión Europea acudió a un colegio electoral para elegir representantes en el Parlamento Europeo. Esa fue la mayor participación en treinta años. En Bélgica, el 89 por ciento votó, pero nuestro país es una excepción porque, en principio, existe una obligación de votar, que esta vez también se aplicó a los jóvenes de 16 y 17 años. Con un 85 por ciento, la tasa de participación fue un poco más baja entre los ‘primeros votantes’ (15 a 24 años).
Aparte de la obligación de votar, los precios en aumento y el costo de vida fueron la razón principal para votar. El 49 por ciento de los mil encuestados belgas señaló esos temas como motivación. A nivel de toda la UE, esas preocupaciones también llevaron a la mayoría de los votantes a las urnas (42 por ciento).
Tanto en la UE como en Bélgica, la situación económica ocupó el segundo lugar, con un 41 y 42 por ciento respectivamente. Entre los votantes europeos, el 34 por ciento señaló la situación internacional como motivación, mientras que en Bélgica fue solo el 21 por ciento. El asilo y la migración fue un tema que movilizó más al votante belga (31 por ciento).