Bratislava – La membresía de Eslovaquia en la UE ha traído muchos beneficios para las empresas eslovacas, como el acceso al mercado único de la UE, que hoy en día cuenta con 27 países, disponibilidad de fuentes de financiación de la UE, simplificación de la administración y fortalecimiento de la competitividad. Por otro lado, también ha traído desafíos como el aumento de la competencia, la presión para igualar los salarios y la pérdida de control sobre algunos mercados. Así lo afirmó el lunes en una conferencia de prensa de la Cámara de Comercio e Industria de Eslovaquia (SOPK) su presidente Peter Mihók al evaluar los 20 años de membresía de la SR en la UE, informa TASR.
El éxito de la membresía depende, según él, del punto de vista y del sector. «Para muchas empresas, la membresía fue claramente beneficiosa, mientras que otras enfrentaron desafíos de adaptación, pero en cualquier caso se abrieron oportunidades y mercados, lo que acercó el entorno empresarial a los mercados mundiales y aseguró así posibilidades de expansión y recepción de capital, mano de obra y, a menudo, conocimientos, que son los más importantes en cualquier sector empresarial», explicó.
«En mi opinión, si hoy no fuéramos miembros de la UE, estaríamos debilitados y expuestos a riesgos que mantendrían el potencial de la economía en el nivel de finales de los años 90. El hito de la entrada es tan importante para la nación y la economía de nuestro tamaño que lo compararía con el reconocimiento de la República de Eslovaquia como un estado soberano independiente en el pasado – hemos creado nuestro lugar en el mapa político-económico del mundo, y eso lo seguimos cosechando hasta hoy,» enfatizó.
Advirtió que el entorno empresarial en Eslovaquia ha experimentado una notable transformación en las últimas dos décadas, catalizada por factores clave. La entrada a la UE fue un punto de inflexión, ya que trajo la liberalización del mercado, la simplificación de los procesos comerciales y la intensificación del entorno competitivo. Según él, estos pasos contribuyeron a facilitar la creación y funcionamiento de empresas en Eslovaquia, lo que también aprovechó la joven generación para desarrollar su actividad empresarial.
Al mismo tiempo, según Mihók, también se transformó la forma de comunicarse con los clientes y proveedores debido a la digitalización. Las empresas eslovacas tuvieron la oportunidad de conectarse con el mercado global, pero al mismo tiempo también trajo desafíos en forma de creciente competencia por parte de empresas extranjeras.
Según él, superar estos desafíos con éxito requirió que las empresas adquirieran habilidades de comercio internacional y una adaptación flexible a diversos entornos culturales. Adaptarse a las nuevas condiciones requirió que las empresas completaran procesos complejos.
«Entre los pasos clave se encontraba la implementación y cumplimiento de normas de la UE, la implementación de cambios en los procesos y sistemas internos de la empresa, inversiones en tecnologías modernas, educación de empleados, adquisición de licencias y permisos y establecimiento de contactos con socios en el extranjero,» añadió el presidente de la SOPK. (24 de junio)
«El hito de la entrada es tan importante para la nación y la economía de nuestro tamaño que lo compararía con el reconocimiento de la República de Eslovaquia como un estado soberano independiente en el pasado – hemos creado nuestro lugar en el mapa político-económico del mundo, y eso lo seguimos cosechando hasta hoy.» Peter Mihók