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Estocolmo – Uno de los números principales durante la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán es acordar un nuevo objetivo sobre cuánto deben gastar anualmente los países donantes a partir de 2025, y el principal negociador de Suecia, Mattias Frumerie, cree que será difícil. La última vez que se tomó una decisión así fue en 2009.
«Hay una propuesta sobre la mesa de 1.400 mil millones de dólares por año. Desde Suecia y la UE no creemos que sea realista. Pero tenemos un piso de 100 mil millones, así que caerá en algún lugar intermedio. Pero puede volverse complicado porque se trata de dinero», dice Mattias Frumerie.
Otra gran cuestión es ¿quiénes deben pagar?
«Preferiríamos que más países participaran en el pago, como China y los estados del Golfo. El problema para ellos no es el dinero, sino que no informan su financiación de la misma manera que otros países donantes. La razón es que no quieren ser considerados parte del grupo clasificado como países desarrollados bajo el Acuerdo de París», dice Frumerie.
Si fueran clasificados como países desarrollados, temen que tendrían que intensificar su trabajo climático y reducir más las emisiones.
«Pero soy positivo sobre que podemos encontrar una formulación en el texto que les permita contribuir más sin sentirse atrapados.»
(11 de noviembre)
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