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Madrid/Bruselas – Al menos siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen (WCK), que lidera el chef español José Andrés, han muerto en la noche del lunes al martes en un bombardeo del Ejército de Israel contra su vehículo en la gobernación de Deir al Balá, en el centro de la Franja de Gaza, en el marco de la ofensiva israelí contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).

Entre los fallecidos hay un ciudadano británico, un polaco, un australiano, dos con la doble nacionalidad estadounidense y canadiense y un conductor palestino, según ha informado la propia organización.

Los trabajadores se encontraban en una misión humanitaria iniciada junto a la ONG española Open Arms para establecer un corredor humanitario marítimo entre Chipre y la Franja ante las dificultades para llevar ayuda por tierra a la población palestina. WCK ha explicado que el convoy, alcanzado tras descargar 100 toneladas de alimentos, estaba coordinado con el Ejército israelí.

La directora ejecutiva de World Central Kitchen, Erin Gore, ha declarado que se trata de “un ataque contra las organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más terribles, en las que los alimentos se utilizan como arma de guerra”. La ONG ha anunciado la suspensión inmediata de sus operaciones en Gaza.

Por su parte, José Andrés, que vive en Estados Unidos desde hace más de 30 años y tiene la nacionalidad estadounidense, ha reclamado al Gobierno de Israel que ponga fin a la “matanza indiscriminada» en Gaza y que deje de «matar a civiles y cooperantes».

El Ejército de Israel ya ha anunciado la apertura de una «investigación en profundidad» de los hechos y ha recalcado su «cooperación y coordinación» con la ONG «con el fin de apoyar sus esfuerzos para proporcionar alimentos y ayuda humanitaria a los residentes de la Franja de Gaza».

La comunidad internacional también ha reaccionado ante lo sucedido. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que se encuentra en Jordania en el marco de una gira por Oriente Próximo, ha pedido a Israel que aclare las circunstancias del «brutal» bombardeo.

Sánchez, que ha hablado personalmente con José Andrés, también ha reclamado a Israel que, de forma «urgente», permita el acceso de ayuda humanitaria a la Franja, «tal y como exigen diversas instancias internacionales, incluida la Corte Internacional de Justicia».

Desde la Unión Europea, el Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell, ha condenado el ataque y ha reclamado una investigación. Además, ha señalado que lo sucedido muestra la urgencia de que se produzca un alto el fuego inmediato en la Franja, así como el acceso de la ayuda humanitaria y una “protección reforzada de los civiles”.

Por parte de Estados Unidos, la Casa Blanca se ha mostrado «desconsolada» por el bombardeo, y la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, ha pedido a Israel “investigar rápidamente lo sucedido».

Por su parte, el jefe de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, ha expresado su «indignación» por la muerte de los trabajadores de WCK y ha subrayado que estos hechos y quienes los respaldan «son indefendibles». (2 de abril)

La responsabilidad editorial de esta publicación es de Europa Press.