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Varsovia – El presidente del Consejo Europeo, António Costa, defendió hoy que es necesario “reforzar la seguridad para garantizar la paz en Europa”, con motivo del inicio de la presidencia polaca del Consejo de la Unión Europea (UE).
“Nuestra Unión [Europea] nació como un proyecto de paz después de la Segunda Guerra Mundial, y necesitamos reforzar nuestra seguridad para asegurar la paz en Europa”, dijo António Costa, durante una ceremonia, en Varsovia, para marcar el inicio de la presidencia rotativa del Consejo de la UE.
El presidente del Consejo Europeo, que inició funciones hace un mes, agregó que Ucrania “sigue siendo la prioridad” y que es necesario apoyarla “tanto como sea necesario, mientras sea necesario”, camino al tercer aniversario del conflicto, el 24 de febrero de 2025.
La defensa es una “prioridad estratégica” para la Unión Europea, consideró el ex primer ministro de Portugal.
António Costa recordó que organizó para principios de febrero un encuentro informal entre los presidentes y primeros ministros de los 27 países del bloque comunitario, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Mark Rutte, y el primer ministro británico, Keir Starmer, para abordar la cooperación en esta área.
Alineándose con la narrativa de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Costa pidió un refuerzo de la cooperación con la OTAN (23 de los 32 Estados miembros de la Alianza Atlántica son también de la UE).
António Costa consideró que el hecho de que la primera presidencia semestral de 2025 recaiga en Polonia será “una inspiración”, por la “fuerza de resistencia” de la población en un momento de “interferencia extranjera que amenaza la integridad democrática”.
Polonia asumió el 1 de enero y conducirá hasta el 30 de junio la presidencia rotativa del Consejo de la Unión Europea con atenciones centradas en la seguridad del bloque comunitario, en un momento de incertidumbres y desafíos geopolíticos causados por conflictos.
Varsovia sucede a Hungría, liderada por el controvertido primer ministro Viktor Orbán, en la presidencia semestral del Consejo de la UE.
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