Bruxelas (ANSA) – «Las armas deben callarse, en Líbano debe haber un alto el fuego inmediatamente». El alto representante de la UE Josep Borrell sintetiza en un ferviente llamamiento la posición de los 27 después de haber reunido de emergencia a los ministros de exteriores europeos, en videoconferencia, para analizar los dramáticos desarrollos sobre el terreno y afinar las posiciones comunes. También porque la situación humanitaria «se está deteriorando rápidamente» y los desplazados en pocos días ya han alcanzado la cifra de «un millón».
Sin embargo, la realidad es que la operación terrestre por parte de las fuerzas israelíes es cada vez más probable – quizás cuestión de horas – y por lo tanto ya se está imponiendo una nueva necesidad: las evacuaciones. El viceprimer ministro Antonio Tajani, durante la reunión, informó a los colegas de que muchos italianos ya han abandonado el país pero que el gobierno está dispuesto a ofrecer asistencia en caso de una «evacuación de emergencia».
Tajani también sugirió «coordinar los esfuerzos» para la protección de todos los ciudadanos de la Unión que pudieran encontrarse en dificultades. «Este es el momento de la verdad para el Líbano», subrayó Borrell. «Los ataques de Hezbollah deben terminar, la independencia del Líbano debe ser respetada y se deben evitar otras acciones militares», añadió, precisando que «en la actual situación de emergencia, la misión Unifil de las Naciones Unidas en Líbano asume un papel fundamental de estabilidad».
«La seguridad y la integridad de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas es fundamental: pedimos a todas las partes proteger y apoyar la importante misión de Unifil» (30 de septiembre).