cs flag go to the original language article
This article has been translated by Artificial Intelligence (AI). The news agency is not responsible for the content of the translated article. The original was published by CTK.

Klecany (cerca de Praga) – Los problemas mentales de los empleados cuestan, según los científicos, a la economía de la Unión Europea 170 mil millones de euros anualmente, lo que equivale aproximadamente a 4,3 billones de coronas checas. Una de las principales razones es el estrés laboral y la sobrecarga. El estrés contribuye a aproximadamente la mitad de todos los días perdidos en el trabajo. Las investigaciones de instituciones europeas sugieren que las empresas no abordan adecuadamente la salud mental, por lo que es importante centrarse en la prevención y el apoyo, informó hoy en un comunicado de prensa el portavoz del Instituto Nacional de Salud Mental (NUDZ) Jan Červenka. La salud mental en el lugar de trabajo es el tema del Día Mundial de la Salud Mental de este año, que cae el 10 de octubre, es decir, el jueves.

Según los datos de los investigadores, el 60 por ciento de la población mundial trabaja y hasta el 15 por ciento de los adultos en edad productiva tienen alguna enfermedad mental. «El estrés laboral es uno de los factores de riesgo clave para la salud mental. En 2022, el 27 por ciento de los trabajadores en la Unión Europea sufría de estrés, depresión y ansiedad,» afirmó el psicólogo clínico y metodólogo del programa de investigación de Salud Mental Pública de NUDZ Tomáš Jelínek. La salud mental también impacta en la economía, ya que su deterioro resulta en una productividad menor y ausencias en el empleo.

Según el director de NUDZ Petra Winklera, aunque existen ejemplos de buenas prácticas y políticas en esta área, así como evidencia bastante confiable sobre la efectividad y beneficios económicos de los programas de apoyo a la salud mental en el trabajo, los empleadores en la República Checa y en Europa generalmente no tienen programas de prevención. En algunos casos, cuando ya reconocen los problemas, por ejemplo debido a un suicidio en el lugar de trabajo, baja productividad laboral o un alto nivel de agotamiento en la alta gerencia, comienzan a recurrir a soluciones simplistas que no ayudan. «Esto sucede a menudo bajo la influencia de la ’industria del bienestar’, que ofrece e incluso impone soluciones simples pero costosas e ineficaces. La certificación nacional o internacional de empleadores que apoyan la salud mental sería útil, lo que distinguiría claramente los programas de calidad,” añadió Winkler. (7 de octubre)