Madrid – Los integrantes del llamado G5+, que reúne a los principales países de la UE junto con Reino Unido y Ucrania, han instado este lunes al presidente ruso, Vladimir Putin, a que acepte el alto el fuego al que ya ha dado su visto bueno su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, afeando las «tácticas dilatorias» de Moscú y la continuación de los bombardeos.

 «El presidente Zelenski ha puesto encima de la mesa un alto el fuego y vemos al mismo tiempo cómo Rusia está utilizando tácticas dilatorias para no consolidar ese alto el fuego», ha lamentado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anfitrión de la cuarta cita en este formato, antes del arranque de la reunión.

En este sentido, el ministro ha resaltado que Ucrania y Zelenski han dejado claro que «quieren la paz» y ha confiado que de esta cita salga un «mensaje de total solidaridad» hacia Kiev en un momento en que la población ucraniana sigue siendo «duramente castigada» por los bombardeos rusos. Albares ha recordado que esto constituye una «violación del Derecho Internacional y del Derecho Internacional Humanitario».

La Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Kaja Kallas, ha lamentado que tres semanas después de que Zelenski aceptara un «alto el fuego incondicional», Rusia sigue sin haber dado su aval. «Rusia está jugando y no quiere realmente la paz», ha denunciado.

En opinión de la antigua primera ministra estonia, lo que tiene que hacer Europa es ver cómo «poner más presión» sobre Putin, al tiempo que también ha considerado que lo que tiene que hacer Estados Unidos, puesto que es quien está impulsando las conversaciones indirectas, es «poner más presión sobre Rusia para que pare esta guerra».

«Lo que necesitamos es que Rusia acepte este alto el fuego, avanzar, mostrar buena voluntad devolviendo a los niños ucranianos deportados a Rusia o liberando a prisioneros de guerra», ha añadido.

De forma muy similar se ha pronunciado el ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, que tras denunciar que Moscú «continúa con sus crímenes de guerra» semanas después de que Kiev aceptara, ha sostenido que Putin le debe «una respuesta clara sobre su voluntad de caminar hacia la paz» a Estados Unidos, que tanto ha invertido en este alto el fuego. «Es ‘sí’ o ‘no'», ha resumido.

A su vez, el ministro de Exteriores británico, David Lammy, ha recalcado que todos los miembros del G5+ quieren “ver una paz duradera” y ha indicado que para conseguirlo se necesita que “Putin acepte un alto el fuego sin condiciones ahora».

Por otra parte, Albares ha indicado que planteará durante la reunión la posibilidad de emplear el uso de los activos rusos congelados para financiar la ayuda «predecible y constante» que necesita Ucrania.

El ministro español, que ha mantenido antes un encuentro bilateral con Kallas, ha considerado «legítimo» este debate y ha subrayado que son «muchos» los estados miembro de la UE que también lo ven de este modo. «Hay unas reparaciones de guerra que habrá que entregar en algún momento a Ucrania», ha comentado el ministro, para quien los activos rusos congelados «pueden ser un anticipo» de las mismas.

Por otra parte, el jefe de la diplomacia española también ha adelantado que buscará que durante el encuentro «haya una mirada hacia la vecindad sur». «Las amenazas, los retos, los desafíos de la vecindad sur no tienen parangón con lo que en estos momentos estamos viendo en la vecindad este, pero también existe y la seguridad europea es también la seguridad de la vecindad sur y de nuestra frontera sur», ha recalcado.

En este sentido, su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski, se ha felicitado de que los principales países europeos «aprecien que este no es solo un problema del flanco este, sino que las intenciones agresivas de Putin son un problema para toda Europa» y por tanto hace falta una respuesta europea.

«Rusia no solo está bombardeando en Ucrania, está llevando a cabo una guerra híbrida contra todos nosotros», ha subrayado el ministro polaco. Así, ha subrayado que «en España hay desinformación e intentos de manipulación política» mientras que en otros países hay «otros elementos de guerra híbrida» por debajo del umbral de una guerra tradicional, como incendios provocados, espionaje o interrupciones del suministro de energía.

Preguntado sobre el hecho de que España no haya alcanzado aún el 2% del PIB en gasto en defensa, Sikorski no ha querido criticar abiertamente al Gobierno, aunque sí ha recordado que hace ya «mucho» de la cumbre de Gales de la OTAN en la que se fijó esa meta para 2024.

«Es un hecho que cuanto más cerca se está de Rusia, más gastan los países en defensa y uno puede adivinar por qué», ha acotado el ministro polaco, cuyo país es uno de los que más gasta en este ámbito en Europa.

El foro G5+, también conocido como Weimar+, reúne a Alemania, Francia y Polonia, a los que se han sumado España e Italia así como Reino Unido y Ucrania. En esta ocasión, la cuarta que se reúne, la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, intervendrá por videoconferencia, al igual que el ministro ucraniano, Sergiy Kyslytsya, mientras que Italia ha enviado a su secretaria de Estado, Maria Tripodi. (31 de marzo)