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Madrid – La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha instado este jueves a tomarse «en serio» la obligación de implantar zonas de bajas emisiones (ZBE) y ha subrayado que ayudan a reducir las muertes prematuras por contaminación, que no son números, sino «personas».

Aagesen ha comparecido ante la Comisión de Transición Ecológica del Senado, donde ha señalado que una de las prioridades de su gabinete es la calidad ambiental y la salud de las personas y que las ZBE son «fundamentales» para reducir la contaminación.
Pero pese a los «paquetes de ayuda, guías y seminarios» articulados desde su cartera, estas medidas «no acaban de aflorar en los territorios», ha lamentado Aagesen, que ha reiterado que «ya no valen las excusas».

«Si se cumplen todas las medidas que hemos puesto sobre la mesa en el plan integrado de energía y clima, supondría reducir al 50 % el número de muertes prematuras. No es un número, son personas», ha dicho.

La vicepresidenta tercera ha hecho un repaso de la hoja de ruta de la transición ecológica y de las prioridades de su ministerio, entre las que está el «compromiso firme y contundente» con la reconstrucción de las zonas afectadas por la dana de Valencia.

Ha recordado la reunión que tuvo hace una semana y media con los alcaldes de los municipios afectados, cuyo principal mensaje fue la «necesidad de trabajar de la mano, dialogar y conseguir resultados lo antes posible para valencianos y valencianas».

La dana fue un «evento meteorológico extremo nunca visto» en España, ha dicho Aagesen, que ha instado a que todos pongan encima de la mesa la prioridad de reducir emisiones y buscar medidas de adaptación porque una de las muchas lecciones aprendidas es que hay que acelerar la hoja de ruta de la transición.

«La cuenca mediterránea y la península ibérica se calientan un 20 % más rápido que el resto del planeta, tenemos que actuar más rápido debido a ello», ha referido.

Entre las medidas ha mencionado la adaptación de las costas, la lucha contra los incendios forestales y la restauración «integral» de los cinco humedales emblemáticos de España (Doñana, Mar Menor, Delta del Ebro, Tablas de Daimiel y la Albufera).

En cuanto a la gestión del agua, ha señalado que aunque la reserva hídrica está actualmente en el 58,3 %, por encima de la media de la última década, no hay que quedarse con el «dato puntual del momento» y hay demarcaciones con niveles «muy por debajo».

Los planes de sequía son «fundamentales» para que exista un abastecimiento y un volumen de agua con calidad necesaria suficiente incluso ante eventos meteorológicos extremos, ha dicho Aagesen, que ha recordado que el 74 % del territorio español está en riesgo de desertificación.

También ha subrayado la importancia de tener en cuenta el riesgo de inundación en la ordenación del territorio: «Si sabemos dónde están las zonas inundables y la cartografía está disponible, tenemos que trabajar todos juntos para que la ordenación del territorio sea acorde a ellas».

En materia de protección, el Gobierno tiene el objetivo de alcanzar este año el 25 % de superficie marina protegida, para lo que espera que, antes de que acabe 2025, el Mar de las Calmas (Canarias) se convierta en el primer parque nacional marino del Estado.

La ministra ha destacado igualmente la Ley de Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea y ha recordado que trabajan en el plan nacional de restauración que España debe presentar en 2026. (6 de febrero)

La responsabilidad editorial de esta publicación es de EFE.