El Gobierno estima, en el primer plan enviado a la Comisión Europea bajo las nuevas reglas presupuestarias comunitarias, una caída de 12,7 puntos porcentuales en la deuda pública hasta el 83,2 % del PIB en 2028, debido principalmente al crecimiento económico.
“Al final de 2024, la deuda de las administraciones públicas deberá situarse en el 95,9 % del PIB [Producto Interno Bruto]. En el horizonte de cuatro años del plan [presupuestario a medio plazo], el ratio de deuda deberá mantener una tendencia decreciente, cayendo al 83,2 % del PIB en 2028”, señala el ejecutivo en el documento.
En el plan portugués a cuatro años (2025-2028), enviado por Lisboa y Bruselas, dadas las nuevas reglas presupuestarias comunitarias, se justifica que esta reducción de 12,7 puntos porcentuales (p.p.) en este período, a un promedio de caída de 3,2 p.p. por año, “refleja la contribución del crecimiento del PIB nominal (-14,6 p.p.) y del mantenimiento de superávits primarios (-11,1 p.p.)”.
“Estas contribuciones se ven parcialmente compensadas por el pago de intereses (8,3 p.p. del PIB) y por la presión ascendente sobre la deuda derivada de los ajustes déficit-deuda (4,7 p.p.)”, explica el Gobierno.
Aún así, “a pesar de la desaceleración del crecimiento del PIB nominal en 2027 y 2028, este se mantiene superior a la tasa de interés implícita de la deuda, resultando en un efecto bola de nieve favorable a lo largo de todo el horizonte”, asegura.
Se señala también un crecimiento económico de 2,1 % en 2025, de 2,2 % en 2026, de 1,7 % en 2027 y de 1,8 % en 2028.
En cuestión está el primer plan presupuestario a medio plazo con objetivos para gastos e inversiones y reformas bajo las nuevas reglas de gobernanza económica de la UE.
Los Estados miembros tenían hasta el otoño para presentar a Bruselas los planes plurianuales, a cuatro o siete años, que ahora serán discutidos con el ejecutivo comunitario para, en 2025, aplicarse las reglas en su totalidad.
Está definida la disminución de la deuda pública de, al menos, un punto porcentual al año para los países con un ratio de deuda superior al 90 % del PIB (como es el caso de Portugal) y de medio punto porcentual para los que estén entre este techo y el umbral del 60 % del PIB.
Las reglas presupuestarias de la UE fueron suspendidas a raíz de la pandemia del covid-19 y de la guerra de Ucrania y ahora se retomarán tras una reforma en el bloque comunitario.
“A pesar de la elevada incertidumbre, la proyección a medio plazo para la economía portuguesa es prudente y el balance de riesgos es favorable”, subraya el Gobierno en el documento, aludiendo a impactos negativos relacionados con las tensiones geopolíticas y al crecimiento moderado en importantes mercados comerciales.
“Sin embargo, estos son compensados por riesgos positivos derivados de la implementación de reformas estructurales e inversiones más allá de las incluidas en el Plan de Recuperación y Resiliencia [PRR], que impulsarán aún más la actividad económica a lo largo del horizonte de proyección”, lo que permite así que, “tras una desaceleración en 2024, la economía portuguesa recupere su dinamismo en 2025”, se lee en el documento.
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This article has been translated by Artificial Intelligence (AI). The news agency is not responsible for the content of the translated article. The original was published by Lusa.