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Bratislava – El Viceprimer Ministro y Ministro de Medio Ambiente de la República Eslovaca Tomáš Taraba (nominado por el SNS) en la reunión del Consejo de Ministros de la UE para el Medio Ambiente en Bruselas apoyó soluciones significativas que mejorarían la competitividad de la industria automovilística eslovaca en la UE. Así lo informó el departamento de comunicación del Ministerio de Medio Ambiente (MŽP) de la República Eslovaca.
Entre los principales temas discutidos por los ministros estuvo la cuestión de la proporción de reciclaje de plásticos en el sector automovilístico, la gestión de los gránulos plásticos, el acuerdo sobre el porcentaje de reciclaje, así como la cuestión de la gestión de los automóviles al final de su vida útil.
Según el Viceprimer Ministro y Ministro de Medio Ambiente de la República Eslovaca, Tomáš Taraba, Eslovaquia en las negociaciones en Bruselas abogó por reducir el porcentaje obligatorio de plásticos reciclados del 25 por ciento al 15 por ciento con el fin de mejorar la competitividad de la industria automovilística en el ámbito internacional.
«Al mismo tiempo, apoyamos la reducción de objetivos ambiciosos e irreales que se habían establecido para la industria automovilística. En este contexto, apoyamos la propuesta de Francia para retrasar la penalización de las empresas que no cumplen con las normas de emisiones, pero tampoco consideramos que esta propuesta sea suficientemente ambiciosa y estaremos buscando apoyo para revisiones aún más significativas,» explicó Taraba.
El jefe del Ministerio de Medio Ambiente también participó en Bruselas en una reunión de coordinación con los ministros del V4. Taraba defendió los cambios en el sistema europeo de comercio de cuotas de emisiones, EU ETS 2, que también cuentan con el apoyo de otros estados miembros, como Polonia y la República Checa. Precisamente con los ministros de estos estados vecinos, Taraba coincide en la necesidad de revisar soluciones previamente adoptadas relacionadas con el inicio del comercio de emisiones para el sector del transporte y de los edificios a partir del año 2027, lo cual la República Eslovaca se negó completamente a incorporar en su legislación.
«En este contexto, consideramos absolutamente clave proteger no solo la industria europea, sino sobre todo el nivel de vida de nuestros ciudadanos y rechazamos cargarles financieramente con permisos de emisiones adicionales,» enfatizó Taraba.
En las discusiones sobre una posible reevaluación del objetivo climático para el año 2040, promovido por la Comisión Europea, Eslovaquia sostiene la opinión de que tales cambios no deberían adoptarse por voto mayoritario a nivel ministerial, sino unánimemente a nivel de jefes de gobierno. (17 de diciembre)
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