Bruselas/Luxemburgo – Los habitantes de la Unión Europea que quieren trabajar o establecer una empresa en otro estado miembro de los veintisiete todavía enfrentan muchos obstáculos. El reconocimiento de las cualificaciones profesionales sigue siendo un gran problema, según un nuevo informe del Tribunal de Cuentas Europeo (TCE). Expertos visitaron cuatro estados miembros – Austria, Bélgica, Chequia y Luxemburgo – en relación con la auditoría y encontraron varios problemas. Entre ellos, la falta de digitalización, la solicitud de documentos adicionales más allá de los establecidos por las normativas de la UE y los largos plazos para procesar las solicitudes.
Ya en 2005, la Unión Europea adoptó una directiva destinada a simplificar el reconocimiento de cualificaciones profesionales y evitar que los estados miembros impongan condiciones desmesuradas. Sin embargo, el modo en que las autoridades nacionales y la Comisión Europea (CE) aplican la directiva tiene deficiencias. «Descubrimos que no existen procedimientos electrónicos, las tarifas para el reconocimiento se establecen arbitrariamente y varían considerablemente entre los estados miembros; las autoridades también requieren más documentos de los que estipula la directiva», dijeron los auditores. También encontraron casos en los que los estados miembros exigen a los solicitantes cumplir ciertas condiciones, como completar una capacitación o un examen, sin proporcionar una justificación para estos pasos. Los auditores se centraron en cuatro profesiones en su informe: enfermera y cuidador responsables de la atención general, profesor de secundaria, carpintero/ebanista y ingeniero civil. Estas profesiones se consideran aquellas en las que más escasea la fuerza laboral en la UE y están entre las 25 profesiones más móviles.
Los estados miembros siguen regulando el acceso a ciertas profesiones por razones de salud y seguridad. El número de las llamadas profesiones reguladas, es decir, aquellas para las cuales los estados miembros establecen sus propias normas, varía considerablemente. Por ejemplo, Hungría regula 415 profesiones, seguida de cerca por la República Checa con 365 profesiones, luego Polonia (352), Eslovaquia (297) y Eslovenia (284). En el extremo opuesto de la lista están Lituania (88), Estonia (107), Bulgaria (109), Chipre (115) y Malta (138).
El informe también proporciona varios ejemplos específicos de inconsistencias, por ejemplo en Chequia en relación con la digitalización. «El buzón de datos y las firmas electrónicas verificadas son aceptados, pero requieren procedimientos administrativos adicionales (reunión en persona en la embajada para las personas que no son ciudadanos de la República Checa o completar documentos impresos para la firma electrónica)», señala el documento.
La directiva de la UE sobre el reconocimiento de cualificaciones profesionales debía haberse incorporado a la legislación nacional en 2016. En 2018 y 2019, la Comisión Europea inició procedimientos por incumplimiento de los estados miembros en relación con las cualificaciones profesionales. Esto afectó a todos los estados miembros. En febrero de este año, todavía continuaban los procedimientos por incumplimiento en un total de 12 estados miembros, incluida Chequia, y según los auditores, persistían 75 problemas en todos los estados miembros.