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This article has been translated by Artificial Intelligence (AI). The news agency is not responsible for the content of the translated article. The original was published by TASR.

Bratislava – El movimiento opositor Progresiva Eslovaquia (PS) critica la postura del gobierno y del ministerio de relaciones exteriores respecto a las elecciones presidenciales en Bielorrusia. PS calificó las elecciones de no libres y no democráticas. Critica a la diplomacia eslovaca por no condenar las elecciones, a diferencia de la UE y otros países miembros, y por permanecer en silencio. Así lo declaró el miembro de la presidencia del PS, Ivan Korčok, en una conferencia de prensa el miércoles, informa TASR.

La Unión Europea y otros países se negaron a reconocer los resultados de las elecciones bielorrusas antes de la publicación de los resultados. El ministro de relaciones exteriores Juraj Blanár (Smer-SD) aún no lo ha hecho, como señaló el ex jefe de la diplomacia eslovaca.

«Esperé tres días para ver si el ministro de relaciones exteriores, Juraj Blanár (Smer-SD), se expresaba sobre lo que sucedió en Bielorrusia durante el fin de semana. El resultado no es sorprendente. Ya nos hemos acostumbrado a que el ministro y, con él, la diplomacia eslovaca permanezcan en silencio ante cuestiones importantes de los acontecimientos internacionales. ¿Es esta la política soberana? Atacamos a nuestros aliados, pero tenemos miedo de condenar unas elecciones que evidentemente fueron manipuladas,» señaló.

Korčok también criticó el hecho de que Eslovaquia tenga un nuevo embajador en Bielorrusia. Señaló que desde la represión violenta de las protestas ciudadanas en 2020, ningún país miembro de la UE, excepto Hungría, ha enviado un embajador al país.

«Con este paso, nuevamente nos alejamos de nuestros socios en la UE. Es otro elemento más del rompecabezas de cómo el gobierno, con acciones concretas, nos está alejando de Europa,» agregó.

En las elecciones presidenciales en Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko ganó por séptima vez. Los países occidentales lo acusan de autocracia y violación de principios democráticos fundamentales. Según la organización bielorrusa de derechos humanos Viasna, hay más de 1250 prisioneros políticos en el país. El domingo, en las elecciones solo se presentaron desafiantes simbólicos contra Lukashenko, quienes no critican abiertamente al líder bielorruso. La mayoría de los políticos de oposición relevantes están encarcelados, en el exilio, o su candidatura fue rechazada por la comisión electoral. Lukashenko se convirtió en presidente por primera vez en 1994. (29 de enero)

«Esperé tres días para ver si el ministro de relaciones exteriores, Juraj Blanár, se expresaba sobre lo que sucedió en Bielorrusia durante el fin de semana. El resultado no es sorprendente. Ya nos hemos acostumbrado a que el ministro y, con él, la diplomacia eslovaca permanezcan en silencio ante cuestiones importantes de los acontecimientos internacionales. ¿Es esta la política soberana? Atacamos a nuestros aliados, pero tenemos miedo de condenar unas elecciones que evidentemente fueron manipuladas,» Ivan Korčok