Según la Comisión Europea, las actuales normas europeas son demasiado laxas para combatir eficazmente el fraude con los cuentakilómetros de los automóviles. Por lo tanto, se inspira en Car-Pass, un documento que ofrece una visión precisa del kilometraje en diferentes fechas. Los Estados miembros deben establecer bases de datos nacionales con los kilometrajes. Cada vez que el vehículo pase por un mantenimiento o reparación, se deben registrar los datos.
La propuesta forma parte de un paquete más amplio de medidas para mejorar la seguridad vial en las carreteras europeas y endurecer las inspecciones. El objetivo es adaptar mejor las normas a las nuevas tecnologías y a la creciente presencia de vehículos eléctricos en la carretera. La última actualización data de 2014.
Hoy en día, los automóviles eléctricos deben someterse a un control técnico clásico, sin requisitos específicos relacionados con los componentes eléctricos (baterías, software, etc.). La Comisión propone, entre otras cosas, una inspección específica para vehículos eléctricos y sistemas de asistencia a la conducción (ADAS), incluyendo pruebas para software y sistemas de seguridad electrónica.