Bruselas – La cumbre europea que tuvo lugar el jueves en Bruselas y que terminó con un acuerdo sobre la distribución de los principales puestos, marcó inmediatamente el final de la presidencia belga del Consejo de la Unión Europea. El país había sido presidente temporal de la institución desde el 1 de enero, pero ahora pasa el testigo a Hungría.
Como presidente del Consejo, Bélgica tenía que conseguir que los estados miembros estuvieran lo más alineados posible en numerosos expedientes. Tanto en las negociaciones entre los propios estados miembros como en las negociaciones con el Parlamento Europeo. Especialmente porque la presidencia belga coincidió con el final de la legislatura 2019-2024, se contaba con Bélgica en los círculos europeos para concluir el mayor número posible de expedientes.
En seis meses, el Consejo, bajo la dirección de Bélgica, cerró 69 acuerdos políticos con el Parlamento Europeo. Se aprobaron formalmente 89 expedientes legislativos por el Consejo. En algunos casos, como el pacto de migración y asilo, se trataba de textos sobre los cuales ya se habían cerrado acuerdos políticos durante presidencias anteriores. Piense en la ley de restauración de la naturaleza.
Dentro del propio Consejo, desde el 1 de enero se han cerrado 57 acuerdos internos, que sirven como mandatos de negociación para futuras conversaciones con el Parlamento Europeo. Así, el miércoles hubo un acuerdo sobre la mejora del bienestar de perros y gatos.