Los líderes de la UE desean expandir la UE con más países nuevos. Pero para el país candidato Georgia, las cosas en este momento van por el camino equivocado. Lo afirma el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, después de una reunión de ministros de exteriores en Luxemburgo el lunes.
«Es la segunda reunión consecutiva de ministros de exteriores en la que discutimos desarrollos preocupantes en Georgia», dice Josep Borrell.
Afirma que, en vista de esto, los países de la UE están considerando pausar el apoyo económico al gobierno georgiano y reducir los contactos políticos. El conflicto se debe a una nueva ley en Georgia. Esta ley endurece las reglas para las organizaciones no gubernamentales (ONG) que reciben financiación extranjera.
La legislación exige que los medios independientes y otras organizaciones de la sociedad civil se registren como «agentes extranjeros» y presenten información al estado si reciben más del 20 por ciento de su financiación del extranjero.
El partido gobernante, Sueño Georgiano, justificó la ley alegando que crearía una mayor transparencia y fortalecería la soberanía de Georgia. Sin embargo, ha llevado a protestas masivas en el país. Y a críticas de la UE y los EE. UU. Sin embargo, esto no ha hecho que el gobierno cambie de postura.