Budapest (ANSA) – La presidenta del Banco Central Europeo Christine Lagarde ha rechazado las «presiones políticas» llegadas en vísperas del Eurogrupo desde Italia sobre la magnitud y la velocidad del recorte de los tipos de interés, reivindicando con firmeza la independencia del instituto central. El ministro de Asuntos Exteriores Antonio Tajani sin embargo insistió: «No quiero influir» en las decisiones del BCE, pero «reivindico el derecho a comentarlas».
El banco central, añadió, «no puede ser solo el guardián de la inflación, sino que debe transformarse en un verdadero banco central capaz de gobernar la moneda para apoyar la economía real, que es la que crea empleo». Además del poco «valor» lamentado por Tajani, el ministro de Empresas y del Made in Italy Adolfo Urso había criticado a Frankfurt por haber «decepcionado las expectativas».
«El Banco Central Europeo es una institución independiente», replicó Lagarde. «Está muy claramente establecido en los tratados que no estamos sujetos a presiones políticas de ningún tipo, así que, se trate de elogios o críticas, tratamos de mantenernos completamente alejados y realmente trabajamos sobre la base del mandato que es la estabilidad de precios y sobre la base de los datos que recibimos».
Decidimos «sobre la base de las perspectivas de inflación», añadió. «Hemos pasado del pico del 10,6% de inflación del 22 de octubre, al 2,2% de inflación. Hay heterogeneidad entre los países. Creo que es un poco más baja en Italia, pero es sin duda un buen paso hacia nuestro objetivo y estamos decididos a alcanzarlo en tiempos breves», dijo la francesa (13 de septiembre).