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La Unión Europea debe prepararse urgentemente para la posibilidad de una guerra a gran escala con Rusia, según un documento estratégico publicado por la Comisión Europea el miércoles.

El llamado Libro Blanco sugiere que si Rusia logra sus objetivos en Ucrania, puede extender sus ambiciones territoriales aún más, con 2030 como un posible marco temporal.

Europa debe estar preparada para la guerra si quiere evitarla, dice el texto.

La nueva estrategia responde en parte a declaracioes del presidente de EE. UU. Donald Trump, que indican que Estados Unidos puede no estar más disponible incondicionalmente como garante de paz en Europa.

«La arquitectura de seguridad en la que confiábamos ya no puede darse por sentada», dijo la Presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, enfatizando la necesidad de aumentar el gasto en defensa e inversiones en capacidades industriales de defensa europeas.

La Comisión resaltó siete áreas en las que deben cerrarse las brechas de capacidades militares existentes como prioridad. Estas incluyen defensa aérea y antimisiles, sistemas de drones y guerra electrónica.

La Comisión prevé que los estados de la UE deberían cooperar estrechamente en la compra y ordenar conjuntamente al menos el 40% de los bienes requeridos, para superar dependencias y adquirir de manera eficiente grandes cantidades de consumibles como municiones, misiles y drones.

Según el documento, el agrupamiento de la demanda también reduce costos, envía señales claras de demanda a la industria armamentista y permite una cooperación fluida entre las fuerzas armadas nacionales.

La Comisión ya ha anunciado que se movilizarán unos 800 mil millones de euros para proyectos de rearme; esto incluye un nuevo fondo de 150 mil millones de euros junto con exenciones temporales a ciertas inversiones en defensa de los estrictos límites de deuda y déficit del bloque.

La Comisión también planea relajar las regulaciones y requisitos para la industria armamentista, con el objetivo de brindar un apoyo militar aún más fuerte a Ucrania, que está bajo ataque de Rusia.

La UE mantiene vago el lenguaje sobre la dependencia de EE. UU.

El borrador advierte sobre la dependencia de EE. UU., pero el lenguaje es más vago de lo que previeron el jefe de política exterior de la UE Kaja Kallas y el Comisario de Defensa Andrius Kubilius.

Pasajes explícitos sobre EE. UU. que formaban parte de un borrador anterior del documento fueron eliminados tras la intervención del gabinete de von der Leyen.

Esos incluían advertencias de que EE. UU. podría limitar o prohibir el uso de componentes clave para la capacidad operativa militar, probablemente influenciado por experiencias recientes en Ucrania, donde la administración Trump restringió remotamente el uso de sistemas de armas estadounidenses tras una reunión desastrosa en la Casa Blanca entre Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.

Existe preocupación de que EE. UU. pudiera hacer lo mismo con los socios de la OTAN en caso de desacuerdos o conflictos y que pudiera retirarse militarmente de Europa si las empresas de armas estadounidenses reciben menos pedidos de la UE en el futuro.

La eliminación de esos pasajes ha sido criticada en el Parlamento Europeo.

La miembro del Partido Verde Alemán Hannah Neumann dijo que un libro blanco sobre la defensa europea solo tiene sentido si reconoce la realidad, incluyendo una reevaluación honesta de las relaciones transatlánticas. (19 de marzo)