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This article has been translated by Artificial Intelligence (AI). The news agency is not responsible for the content of the translated article. The original was published by ANSA.

Roma (ANSA) – El debate occidental ya comienza a enfocarse en la posguerra, mientras toma forma la idea de enviar tropas de paz para gestionar (o favorecer) un eventual alto al fuego. Una idea que trae consigo precauciones y distinciones, entre los países y en las mismas mayorías nacionales, incluida Italia.

Que la hipótesis de enviar tropas a Ucrania está sobre la mesa de las cancillerías europeas está claro desde hace tiempo. El primero en no excluir un despliegue de soldados había sido en febrero el presidente francés Emmanuel Macron, provocando distanciamiento por parte de todos los principales socios por las consecuencias que traería un involucramiento militar en terreno de países OTAN en la invasión en curso.

Una mayor matización la expresó Volodymyr Zelensky el lunes pasado, 48 horas después del encuentro trilateral con el jefe del Elíseo y Donald Trump, proponiendo trabajar sobre la posición de Macron de «tener tropas de algún estado en el territorio ucraniano para garantizar nuestra seguridad mientras Kiev no está (aún) en la OTAN».

Ahora se habla de una fuerza militar internacional para monitorear una paz hecha, una tregua ya negociada con Moscú. Hablar sin embargo no es decidir, como lo destacó claramente el primer ministro polaco Donald Tusk, quien al recibir a Macron en Varsovia confirmó que en el encuentro se discutió sobre el mantenimiento de la paz en Ucrania. Pero «cualquier decisión sobre las acciones polacas se tomará en Varsovia y solo en Varsovia. Y por el momento no estamos planeando acciones de ese tipo».

El ministro de Defensa Guido Crosetto expresó «la esperanza de hablar de paz y de mantenimiento de paz lo antes posible en Ucrania» y destacó la «disponibilidad para desempeñar este papel, en el cual siempre nos hemos destacado como nación». Pero para mantener la paz primero hay que alcanzarla y hacer que sea «justa», comentó poco después Antonio Tajani. «Es prematuro hablar de cualquier iniciativa del día después», según el ministro de Exteriores.

«Evaluarán los jefes de Estado y de gobierno, pero mientras tanto veamos qué sucede, si y cuándo concluirá la guerra», subrayó el jefe de la diplomacia al margen de la ministerial en Berlín con cinco países de la UE, Reino Unido y Ucrania. Una posición que Tajani, se observa en ambientes de la mayoría, habría concordado con Giorgia Meloni (12 de diciembre).