Bruselas – La candidata a vicepresidenta ejecutiva de Transición Limpia y comisaria de Competencia de la UE, la socialista española Teresa Ribera, quiere garantizar que la UE siga siendo un lugar para la producción de vehículos eléctricos de batería (BEV) y que preserva las capacidades de fabricación doméstica en un sector que es «vital» para la transición ecológica y los objetivos climáticos frente al dopaje ilegal de China a su sector.
Así lo señala Ribera en su respuesta a las preguntas escritas que le han dirigido los eurodiputados previas a su audiencia como comisaria designada, que deberá superar para confirmar su cargo, prevista para el próximo 12 de noviembre.
En dicho cuestionario, Ribera respalda también la investigación contra China por ayudas ilegales a la producción del coche eléctrico de la Comisión Europea, que «se basó en hechos y pruebas sólidas y se llevó a cabo de acuerdo con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)».
En base a esa investigación, Bruselas dio el primer paso en verano para aplicar un gravamen de hasta el 35,3% sobre los vehículos chinos de batería eléctrica para compensar las ayudas ilegales de Pekín que permitían a los fabricantes del gigante asiático producir a precios mucho más bajos que sus rivales europeos.
Las nuevas tarifas que se suman al 10% que ya aplica la UE a las importaciones de coches y, por tanto, elevarán los aranceles hasta a un 45,3% para algunos de los fabricantes, entrarán en vigor el 31 de octubre, tras la publicación la víspera en el Diario Oficial de la UE (DOUE).
En todo caso, Bruselas insiste en que el diálogo sigue abierto con las autoridades chinas para buscar una solución «alternativa». «La Comisión está trabajando para encontrar una solución negociada para el caso BEV que sea conforme con la OMC, eficaz y aplicable», señala la política española en su respuesta escrita, en la que también apunta que este caso «no sustituye» a la estrategia industrial europea del automóvil.
De cara al futuro, agrega, será necesario «llevar a cabo un debate estratégico más amplio sobre el futuro de la industria del automóvil en la UE utilizando todas las herramientas políticas disponibles de una manera coherente, con el fin de lograr una transición y garantizar una cadena de valor de la industria del automóvil ecológica, competitiva y que funcione bien en Europa».
Por otro lado, Ribera, quien como ministra para la Transición Ecológica del Gobierno de España ha sido una firme detractora de la energía nuclear, ha decidido aparcar sus reservas en su papel de vicepresidenta designada y reconoce en su respuesta al Parlamento el papel de la atómica en la descarbonización.
Se trata de un gesto a Estados miembro que, como Francia, cuentan con un elevado porcentaje en su mix energético frente a otros que, como España o Alemania, han apostado por el despliegue de las renovables.
En este sentido, Ribera recuerda que, en febrero de 2024, la Comisión puso en marcha una Alianza Industrial para facilitar la cooperación de las partes interesadas a nivel de la UE, acelerar el despliegue de pequeños reactores modulares (SMR, por sus siglas en inglés) y garantizar una «sólida» cadena de suministro de la UE, incluida una mano de obra cualificada.
De este modo, apunta, «se aprovecharán las capacidades de fabricación e innovación de la UE para acelerar el despliegue de los primeros proyectos de SMR en la UE a principios de 2030 con arreglo a las normas más estrictas de seguridad nuclear, gestión de residuos, sostenibilidad medioambiental y competitividad industrial». (23 de octubre)
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