Bruselas – El ministro español de Transportes, Óscar Puente, pedirá a la Unión Europea que el próximo presupuesto comunitario tenga en cuenta la resiliencia en las infraestructuras de transporte, tanto en su diseño como en su reparación en casos de desastres naturales o climáticos como la dana acaecida en Valencia.
«A medida que avanzan las discusiones sobre el próximo Marco Financiero Plurianual y la asignación de financiación del Mecanismo Conectar Europa, es crucial priorizar y garantizar la resiliencia de nuestras infraestructuras», señala el documento que Puente trasladará a los Veintisiete, y al que ha tenido acceso EFE.
España sostiene que las infraestructuras se enfrentan a «una creciente exposición a riesgos como lluvias extremas, temperaturas en aumento, olas de calor, estrés hídrico y sequías, aumento del nivel del mar, inundaciones fluviales, vientos fuertes y deslizamientos de tierra».
Esa realidad, agrega, hace «imprescindible adoptar medidas en el diseño, construcción, adaptación y gestión de la infraestructura de transporte para mejorar su resiliencia y capacidad de respuesta ante estos desafíos», añade el texto que Puente impulsará ante sus homólogos y ante la Comisión Europea.
El Gobierno de España dice ser consciente de que «no es un tema nuevo» y que ya se han tomado medidas a nivel europeo, pero subraya que «la evidencia sugiere con fuerza que el calentamiento global ha hecho que fenómenos como estos sean más frecuentes, intensos y graves».
Por tanto, Puente considera que «ha llegado el momento de darle el impulso significativo que realmente necesita» y pide que se intensifiquen las acciones en dos niveles: la capacidad de respuesta y la preparación.
En el primer eje, Madrid sugiere que se desarrolle «la capacidad de responder rápidamente a eventos climáticos extremos mediante sistemas de alerta temprana, garantizando una recuperación rápida y rehabilitando o reconstruyendo de manera eficiente la infraestructura de transporte».
«Esto requiere identificar las infraestructuras de transporte críticas, apoyar soluciones que garanticen la continuidad de los servicios esenciales, definir rutas de acceso alternativas y facilitar el acceso para los trabajadores de reconstrucción y los profesionales de emergencias en las zonas afectadas por desastres», agrega.
En cuanto a la preparación, la posición española señala que «es prioritario construir y reconstruir infraestructuras teniendo en cuenta la resiliencia, incorporando consideraciones climáticas y adoptando medidas de mitigación estructural».
«Es esencial un enfoque holístico que integre nuevas variables climáticas a lo largo de las fases de planificación y ejecución, asegurando que las infraestructuras prioritarias estén preparadas para resistir los impactos del cambio climático», añade el documento preparado por España.
El ministro de Transporte dice que «los análisis de vulnerabilidad para evaluar la exposición y sensibilidad de las infraestructuras a los cambios climáticos, así como los análisis de riesgos para evaluar la probabilidad y gravedad de los posibles impactos climáticos e identificar áreas vulnerables, desempeñarán un papel crucial».
Reconoce que ese enfoque ya está incluido en los Planes Nacionales de Adaptación de la UE, pero «se necesitan conocimientos especializados, tiempo y recursos».
«Una planificación y financiación adecuadas son esenciales para integrar eficazmente las consideraciones climáticas en el diseño, construcción, adaptación y gestión de nuestras infraestructuras», subraya.
España confía en que su enfoque recabe un amplio apoyo entre el resto de capitales, mientras que fuentes europeas indicaron a EFE que no hay oído aún reacciones del resto de Estados miembros en las reuniones preparatorias del Consejo. (4 de noviembre)
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