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El presidente del Comité Económico y Social Europeo (CESE) Oliver Ropke advirtió sobre las tristes consecuencias para la sociedad si no se abordan adecuadamente los problemas de vivienda y el aumento del costo de vida.
«La crisis del costo de vida es una gran amenaza para (…) la confianza en la democracia y también para la confianza en la capacidad de Europa para actuar», declaró Ropke a European Newsroom (enr), en una entrevista con motivo del final de su mandato.
«Debemos abordarlo porque de lo contrario, como ya lo estamos viendo, se erosionan criterios fundamentales, derechos fundamentales, criterios del estado de derecho», añadió.
Desde 2010, los precios de la vivienda han aumentado un 57,9% en la UE y los alquileres un 27,8%, según los datos de Eurostat publicados en julio. En el mismo período, los salarios no han aumentado lo suficiente para cubrir los costos crecientes.
Con los costos de la actividad constructiva en aumento y la construcción desacelerándose, menos viviendas están saliendo al mercado. Al mismo tiempo, más casas se utilizan para alquileres a corto plazo o se compran como inversión, lo que resulta en un aumento de los precios, especialmente en las ciudades.
«Sabemos que no hay una solución que se ajuste a todos», dijo Ropke, pero a medida que su mandato de 2,5 años como presidente del CESE llega a su fin a finales de este mes, espera que la Comisión Europea formule propuestas concretas, un marco y un plan de acción para los Estados miembros.
El CESE es un órgano consultivo y, aunque no tiene ningún poder legislativo oficial, hace recomendaciones sobre la política de vivienda a nivel de la UE. Desde hace años también lleva a cabo una campaña para más acción en relación con la vivienda.
La UE no tiene control directo sobre el tema de la vivienda. Esto significa que no puede legislar ni tomar decisiones sobre cuestiones como los precios de la vivienda, los códigos de construcción o la política de vivienda en cada país. Estas son decisiones que toman los propios Estados miembros.
Sin embargo, la UE puede influir en sus Estados miembros y el Plan de Vivienda Asequible del grupo se anunciará a principios de 2026.
«Este plan describirá lo que puede hacer la UE, cómo podemos trabajar juntos por una vivienda asequible, sostenible y digna para todos», declaró la semana pasada el comisario de la UE Dan Jørgensen, quien también instó a los europeos a contribuir a una consulta pública sobre el plan a través de un cuestionario en Internet.
Ropke sostuvo que uno de los temas importantes que deben resolverse es cómo se puede financiar la vivienda. Reconoció que esto tendrá un alto costo, pero añadió que el costo de la inacción será «aún mayor». (22/9/25)