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Durante la reunión plenaria a finales de octubre, el compromiso del PPE, los socialistas y los liberales fue sorprendentemente rechazado durante una votación secreta. Por lo tanto, se impuso una nueva votación, en la que ya no había acuerdo entre los llamados partidos proeuropeos. Así, el PPE presentó una serie de enmiendas, que todas fueron aprobadas.

Finalmente, 382 miembros del parlamento votaron a favor del texto final, 249 en contra y 13 se abstuvieron. Las facciones de extrema derecha Patriots for Europe y ESN y el ECR, que durante la votación anterior habían votado en contra de la propuesta de compromiso, ahora votaron a favor.

La ley de deber de diligencia, una directiva (CSDDD) de 2024, obliga a las empresas a supervisar más de cerca posibles irregularidades en sus cadenas de suministro, como el trabajo forzado o el trabajo infantil. El parlamento quiere que esta ley se aplique solo a empresas con más de 5,000 empleados y una facturación neta de 1.5 mil millones de euros. También quieren que la directiva (CSRD) que obliga a las empresas a informar sobre el impacto de sus actividades en el clima y el medio ambiente sea flexibilizada. Allí, el alcance se limitaría a empresas con un promedio de más de 1,750 empleados y una facturación neta de al menos 450 millones de euros. En el compromiso rechazado, se trataba de empresas con al menos 1,000 empleados.

Además, la obligación de que las empresas presenten planes de transición climática, que sí estaba en la propuesta de compromiso, no fue retenida.

Los miembros del parlamento belga de Open VLD, CD&V, N-VA y Vlaams Belang votaron a favor del texto final. Hilde Vautmans (Open VLD), que fue uno de los pocos miembros de Renew que votó a favor, habla de un «alivio muy necesario para las cargas de nuestras empresas».

Los otros partidos votaron en contra y condenaron la colaboración del PPE con la extrema derecha. «El Parlamento Europeo está oficialmente en manos de la extrema derecha», reaccionó Yvan Verougstraete (Les Engagés). «El cordón sanitario está muerto y enterrado, el Green Deal y el deber de diligencia han sido abandonados, asesinados por una coalición climatoscéptica, ultraliberal y conservadora.» Su partido hizo esta legislatura el cambio del PPE a Renew.