Bruselas (ANSA) – Hoy en día, puede llevar hasta 45 días mover un tanque dentro de la Unión Europea, entre burocracia asfixiante, normas restrictivas e infraestructuras inadecuadas. Un daño que, por supuesto, también repercute en el ámbito de la OTAN. Claramente es inaceptable, con la guerra a las puertas. La Comisión, por lo tanto, ha preparado un paquete de medidas para reducir drásticamente los tiempos, de aquí a 2027.
El objetivo es llegar a una especie de «Schengen militar» – el acuerdo que regula el movimiento de bienes y personas – enriquecido con elementos adicionales en caso de emergencia, auténticos ‘carriles rápidos’. El tiempo máximo para obtener un permiso de tránsito de los convoyes militares dentro de las fronteras de los 27 debe reducirse obligatoriamente a «máximo 3 días». Se establecerá un «Coordinador nacional para el transporte nacional», de modo que la comunicación en el futuro pueda ser «sin interrupciones».
Se propone un sistema de emergencia llamado EMERS (Sistema de Respuesta Mejorada de Movilidad Militar Europea): en caso de crisis, puede activarse rápidamente para dar «prioridad absoluta» a los transportes militares en redes viales, ferroviarias y aeroportuarias. Ante una emergencia, se activarán «excepciones automáticas», por ejemplo, para la suspensión de restricciones ambientales y el acceso prioritario a todas las infraestructuras de transporte.
Se propone luego un «Fondo de Solidaridad», es decir, una especie de «catálogo de medios de transporte» (aviones, barcos, trenes) que los 27 podrán compartir en caso de necesidad (acompañado de una «Reserva de Transporte Estratégico» para la cual los operadores civiles se comprometerán a poner a disposición capacidades de transporte para las necesidades de la UE en situaciones excepcionales).
En el frente de las infraestructuras, ya hay una lista de 500 intervenciones prioritarias, que podrán beneficiarse de fondos europeos, distribuidos a lo largo de los 4 corredores de transporte principales identificados por el Consejo Europeo el pasado marzo: puentes, autopistas, nudos ferroviarios, puertos, aeropuertos: en práctica, todo lo que debe mejorarse para gestionar flujos y masas no ordinarias.
La Comisión Europea aquí propone un aumento de diez veces de los fondos comunitarios para infraestructuras de doble uso (civil y militar) en el próximo presupuesto (2028-2034), llevándolos a 17 mil millones de euros. Sin embargo, la necesidad real para asegurar el sistema es mucho más alta y ronda los 100 mil millones (18 de noviembre).
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