China sometió la carne de cerdo de la Unión Europea a aranceles de importación de entre 15,6 y 62,4 por ciento a principios de septiembre. Se trataba de una medida temporal a la espera de una investigación antidumping. Ahora Pekín ha concluido esa investigación y ha anunciado los derechos antidumping definitivos: a partir de ahora se sitúan entre el 4,9 y el 19,8 por ciento.
Para Bélgica se aplicaba hasta hace poco el gravamen máximo del 62,4 por ciento, ahora se trata, según la federación del sector cárnico belga (Febev), de solo el 9,8 por ciento.
«Esta decisión es una buena noticia para el sector porcino y ofrece un marco operativo claro», reacciona el director de Febev, Michael Gore. «Sin embargo, seguiremos de cerca el expediente en el próximo período.» La Boerenbond subraya que el arancel chino del 62,4 por ciento conducía de facto a una paralización de las exportaciones a China. Que ahora los derechos de aduana bajen considerablemente «es una noticia especialmente buena», dice el presidente Lode Ceyssens.
A pesar de su tamaño limitado, Bélgica es un actor relativamente grande en el sector, con una producción anual de aproximadamente 1 millón de toneladas de carne de cerdo, de las cuales la mayor parte se exporta. Las exportaciones a China —alrededor de 15.000 toneladas al año— se refieren sobre todo a partes del cerdo que en el propio país gustan menos, como patas y orejas, pero que en China se consideran una delicadeza. En los primeros nueve meses de 2025, las exportaciones belgas a China ascendieron, según Febev, a casi 20 millones de euros.
China abrió su mercado en 2012 a las empresas porcinas belgas. En 2018 se impuso de repente un embargo a la carne de cerdo belga, como consecuencia de la peste porcina africana, que solo se levantó a principios de 2024.
(Bruselas, 16 de diciembre de 2025)
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