Praga – El presidente Petr Pavel considera extraordinariamente importante que el Consejo Europeo haya encontrado un consenso sobre la ayuda financiera a Ucrania. No obstante, consideraría correcto asumir nuestra parte de responsabilidad junto con los demás europeos y garantizar el destino del continente. El presidente lo indicó hoy en la red X.
La República Checa, Hungría y Eslovaquia no se sumarán a las garantías vinculadas al préstamo de la Unión de 90.000 millones de euros (unos 2,2 billones de coronas checas) en favor de Ucrania. De este modo, 24 Estados miembros de la Unión se harán garantes del préstamo. Además, continuarán los trabajos sobre el uso del llamado préstamo de reparación para Ucrania garantizado por los activos rusos congelados, según se indica en las conclusiones de la reunión en Bruselas, que fue respaldada por 25 países, es decir, los Veintisiete sin Hungría y Eslovaquia.
Pavel considera importante haber encontrado un consenso sobre la ayuda financiera, ya que la agresiva guerra rusa agota enormemente a Ucrania. La ayuda es esencial para la supervivencia del país atacado y al mismo tiempo es una inversión previsora en la seguridad de Europa y también de la República Checa. «Consideraría por tanto correcto que, junto con los demás europeos, demostráramos que somos capaces de asumir nuestra parte de responsabilidad y garantizar el destino de nuestro continente», añadió el presidente.
La postura del primer ministro Andreje Babiše (ANO) respecto a las garantías fue criticada hoy por su predecesor Petr Fiala (ODS), según el cual Babiš se sitúa a nivel de la Unión junto a Eslovaquia y Hungría. Con este nuevo rumbo de la política exterior, Chequia perderá dignidad, respeto y, al final, también dinero, señaló en la red X. El saliente líder de ODS Fiala indicó que Babiš prometió la semana pasada no hacer política siguiendo al primer ministro húngaro y eslovaco Viktora Orbána y Roberta Fica. «Le duró exactamente una semana y ya en el primer Consejo Europeo coincidió con ellos; por lo demás, así lo muestran también los resultados de las negociaciones. Chequia se puso del lado de Eslovaquia y Hungría y se negó a apoyar las garantías para la financiación de Ucrania, que sigue enfrentándose a la agresión rusa», afirmó. Este nuevo rumbo de la política exterior significa que la República Checa perderá dignidad, respeto y, al final, también dinero, opina. «Y por desgracia se dirige hacia el este», añadió.
Según los analistas consultados por ČTK, la postura de Babiš indica que la política exterior checa será diferente a la del anterior gobierno. (19 de diciembre)
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