Bruselas (ANSA) – Antes de 2050 y después de 2030. Es una larga maratón negociadora, que duró más de 24 horas, la que llevó a los veintisiete países de la UE a un acuerdo para reducir las emisiones en un 90% para 2040, como etapa intermedia hacia la neutralidad climática a mediados de siglo. Para convencer a las capitales más reticentes, incluida Roma, el acuerdo admite flexibilidad y concesiones para hacer la trayectoria menos rígida.
«Es un buen compromiso que ha acogido las demandas planteadas por Italia», afirmó el ministro del Medio Ambiente, Gilberto Pichetto Fratin, al salir de la reunión en Bruselas, después de haber asegurado en el acuerdo un papel para los biocombustibles en la descarbonización del transporte. El acuerdo mantiene el porcentaje del 90%, como propuso en julio la Comisión de la UE.
Pero admite cubrir hasta el 5% del objetivo a través de créditos internacionales de carbono ‘de alta calidad’, en comparación con el 3% de la propuesta del Palacio Berlaymont. De hecho, el objetivo a alcanzar dentro de la UE se reduce así al 85%. Los créditos, generados por proyectos de absorción de CO2 fuera de la UE, serán admitidos a partir de 2036, con una fase piloto entre 2031 y 2035.
Los plazos y modalidades de financiación serán definidos por la Comisión Europea con una propuesta ad hoc prometida por el comisario responsable Wopke Hoekstra. A raíz de las solicitudes de los líderes, a través de una cláusula de revisión reforzada, la UE podrá revisar toda la legislación climática, incluido un ajuste del objetivo 2040.
Y cada cinco años, a solicitud de Italia, evaluará el uso de un 5% adicional de créditos internacionales para cubrir los esfuerzos nacionales de reducción de emisiones en transporte, construcción, agricultura, residuos y uso del suelo. Un objetivo al límite que Bruselas saluda con entusiasmo porque llega a pocas horas del inicio de la Cop30 de Belém sobre el clima, a la que, por poco, ha estado a punto de presentarse con las manos vacías.
«El acuerdo es un hito en nuestro camino hacia la neutralidad», afirmó Ursula von der Leyen apenas aterrizada en Brasil, donde mañana se reunirá con los líderes mundiales para el inicio de la trigésima conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima (5 de noviembre).
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