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La Comisión Europea estima que los precios de la vivienda en Portugal están sobrevalorados en un 25%, el porcentaje actual más elevado en la Unión Europea (UE), siendo también uno de los peores países en las variaciones del poder adquisitivo.
“De acuerdo con los datos más recientes disponibles, los precios de la vivienda permanecieron sobrevalorados en varios países de la UE en el segundo semestre de 2025. La Comisión estima que la sobrevaloración media más elevada se registra en Portugal, en alrededor del 25%, superando a otros mercados inmobiliarios”, señala el ejecutivo comunitario.
En un retrato sobre la crisis de la vivienda de la UE, que acompaña el plan hoy propuesto para vivienda a precios asequibles, la institución añade que “el crecimiento de los precios de la vivienda empezó a superar el crecimiento de las rentas en 2016 y la brecha entre ambos aumentó de forma acusada”, con los mayores incrementos en la última década “registrándose en Portugal, Países Bajos, Hungría, Luxemburgo, Irlanda, República Checa y Austria”.
La Comisión Europea presentó hoy el primer plan a nivel de la UE para promover la vivienda a precios asequibles, que incluye una estrategia para la construcción de viviendas (con foco en las casas desocupadas y en la renovación y reconversión de edificios), la simplificación de las normas en la construcción (como las licencias) y la revisión de las normas sobre ayudas estatales (facilitando que los Estados miembros inviertan en vivienda asequible y social).
También abarca el refuerzo de los fondos europeos (del presupuesto de la UE a largo plazo, de la cohesión, del programa InvestEU y del Banco Europeo de Inversiones), la lucha contra la especulación inmobiliaria (con mayor transparencia en el sector) y una nueva ley sobre el alojamiento local (con un marco jurídico para que las autoridades locales actúen).
Además, se presta atención a los jóvenes, incluidos los estudiantes, que se encuentran entre los grupos más afectados por la crisis de la vivienda, con medidas para movilizar inversión en residencias universitarias y para evitar fianzas excesivas.
Se crearán asimismo estructuras de cooperación, como una Alianza para la Vivienda, que involucrará a Estados miembros, alcaldes y autoridades regionales, así como mecanismos de seguimiento del mercado.
En los próximos 10 años, la UE tendrá que construir alrededor de 650 mil nuevas viviendas por año, lo que implica una inversión pública y privada de 150 mil millones de euros anuales.
La Unión Europea se enfrenta a una crisis de vivienda, en países como Portugal, donde los precios de las casas y de los alquileres han aumentado significativamente, haciendo difícil acceder a una vivienda asequible, especialmente para los jóvenes y las familias de bajos ingresos.
Los precios de las viviendas en la UE aumentaron en promedio hasta un 60% desde 2015, con algunos Estados miembros registrando incrementos superiores al 200%, al mismo tiempo que los precios de los alquileres y los costes de la energía también continuaron subiendo.
Sin embargo, las licencias de construcción residencial disminuyeron alrededor de un 22% desde 2011.
Se suma la presión ejercida a través del alojamiento local, que en algunos lugares de la UE representa hasta el 20% del parque de viviendas, después de haber crecido más de un 90% en los últimos 10 años.