Bruselas (ANSA) – Europa responde a la ofensiva de Estados Unidos de Donald Trump. En su intervención en el Instituto Jacques Delors, el presidente del Consejo Europeo Antonio Costa calificó de inaceptables las injerencias de Estados Unidos y expresó preocupación por la convergencia de Moscú con la nueva estrategia de seguridad nacional estadounidense.
«Estados Unidos – dijo – no puede reemplazar a Europa en la visión que tenemos sobre la libertad de expresión. Nuestra historia dice que no hay libertad de expresión sin libertad de información, que prevé el pluralismo. No existe la libertad de expresión si la libertad de información se sacrifica para defender a los tecno-oligarcas de Estados Unidos».
«No podemos aceptar las injerencias de Estados Unidos, un aliado respeta la política interna del socio», añadió. Poco después, también la Comisión quiso responder a los dardos de Elon Musk – el último, tildar a la UE de «Cuarto Reich» – recurriendo al sarcasmo. «También las declaraciones disparatadas forman parte de la libertad de expresión», subrayó la portavoz Paula Pinho.
No se trata solo de escaramuzas dialécticas. En el frente ucraniano, Estados Unidos y la UE siguen teniendo visiones diferentes. Moscú, espectador interesado, ya no pierde ocasión para reiterar su cercanía al plan de negociación ideado por Trump. «El equipo de Biden ha controlado completamente Bruselas, empujando a la UE por el camino equivocado. Ahora, de repente, los burócratas de la UE ‘no quieren injerencias de Estados Unidos’ bajo el Papá Trump. Es hora de escuchar al Papá y salvar a Europa», escribió en X Kirill Dmitriev, uno de los principales negociadores del Kremlin en el frente ucraniano.
El choque entre la UE y Estados Unidos tiene uno de sus focos en la cuestión de las Big Tech. La multa impuesta a X, aunque solo de 120 millones, ha desatado la ira de Musk, que apuesta todo a las divisiones internas, tanto entre los 27 como en la Comisión, sobre la postura que se debe adoptar respecto a las normas digitales. La multa «va dirigida a toda la estructura empresarial, no tiene nada que ver con Elon Musk en sí mismo», precisó la Comisión, refutando una de las afirmaciones del patrón de Tesla (8 de diciembre).
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