Praga – El aplazamiento de un año de los permisos de emisión ETS 2 está lejos de ser suficiente, el nuevo gobierno exigirá la retirada completa del sistema, dijo hoy a ČTK el primer ministro designado Andrej Babiš (ANO) en reacción al acuerdo preliminar sobre la modificación de las normas climáticas de la Unión. En cambio, según los representantes del gobierno saliente en funciones, se trata de un éxito. Los representantes del sector nacional de calefacción califican los objetivos climáticos de la UE de poco realistas y, según ellos, conducirán al debilitamiento de la industria y del nivel de vida de la población. Los analistas consideran el acuerdo de la UE más bien como una modificación cosmética, que según ellos no impedirá el encarecimiento de la energía. Los ecologistas, por el contrario, celebran que los objetivos climáticos aprobados continúen en la dirección establecida de la descarbonización.
La Presidencia del Consejo de la UE y los representantes del Parlamento Europeo alcanzaron el martes un acuerdo preliminar sobre la modificación de las normas climáticas de la Unión. Su parte integrante será el objetivo de reducir para 2040 las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90 por ciento respecto al nivel de 1990. Los representantes de ambas instituciones también acordaron aplazar la introducción de los permisos de emisión ETS 2 un año, es decir, de 2027 a 2028. Los cambios aún deben ser aprobados formalmente por el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE.
«Como nuevo gobierno adoptaremos una resolución en la que exigiremos la retirada completa de los permisos en el ETS 2, que encarecerían la gasolina y la calefacción. Tenemos preparados los correspondientes proyectos de enmienda. Querremos avanzar el gas natural y la energía nuclear en la taxonomía, suprimir las obligaciones de información innecesarias, etc.», dijo Babiš. Según el probable futuro ministro de Industria y Comercio Karla Havlíčka (ANO), se trata de la confirmación de que la UE no comprende la dimensión del problema de la Europa actual.
La Asociación de Calefacción de la República Checa considera irrealista el objetivo de la UE de reducir las emisiones. Según ella, conducirá a una masiva desindustrialización de la UE y a una disminución del nivel de vida de la población. Además, la República Checa, como país industrial, se verá más afectada, señaló la asociación. Los economistas también evaluaron de forma ambivalente el acuerdo sobre los objetivos climáticos. Según el analista de XTB Jiřího Tylečka, el aplazamiento del sistema es más bien una modificación cosmética que una concesión fundamental frente al plan original. Los análisis realizados hasta ahora, según él, muestran que el impacto total en los bolsillos de los hogares no cambia significativamente. Lukáš Kaňok de Kalkulátor.cz señaló que al menos lo positivo puede ser más tiempo para que los hogares y el Estado se preparen. Sin embargo, subrayó la necesidad de pasos rápidos.
Los ecologistas acogieron el acuerdo como el mantenimiento de la tendencia existente en el proceso de descarbonización de Europa. Al mismo tiempo, subrayaron que la República Checa debe ahora aprovechar el tiempo prolongado para prepararse. «Es necesario acelerar la ayuda para el aislamiento térmico de las viviendas y hacerla accesible también a los inquilinos, así como mejorar el acceso al transporte público eficiente. Por ello, advertimos contra las ideas de suprimir o limitar programas como Nueva Ahorro Verde o las subvenciones para calderas. Esto perjudicaría gravemente a los hogares, especialmente en las zonas rurales», señaló el responsable del programa energético de Hnutí Duha Jiří Koželouh.
El nuevo gobierno de la coalición ANO, SPD y Motoristé sobě debería entonces, según él, dejar de prometer que suprimirá el sistema, porque con ello, según él, perjudica la reputación de Chequia en Europa. «Y sobre todo pondrá en peligro a los habitantes de Chequia, que podrían perder la ayuda del Fondo Social para el Clima, que debe disponer de dinero precisamente de la tarificación de los combustibles fósiles en la calefacción local y en el transporte», añadió Koželouh. (10 de diciembre)
go to the original language article
