Bruselas – Los ministros de Finanzas de Alemania y Países Bajos han rechazado este lunes aumentar la deuda de la UE para aumentar el gasto en defensa, opción que sí apoyan otros países como España o Bélgica, y han mostrado así sus reticencias al plan de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de permitir un mayor margen fiscal para las inversiones en este ámbito con la activación de la cláusula de escape que recoge la normativa ante casos excepcionales.
«Somos escépticos en cuanto a que la cláusula de salvaguardia sea una norma viable, porque requiere una gran desaceleración económica que no contemplamos», ha señalado el ministro de Finanzas alemán, Jorg Kukies, quien cree que el bloque debe «ser consciente de que cualquier cambio tiene que respetar el principio de estabilidad fiscal».
Así se ha pronunciado el ministro sobre la propuesta de Von der Leyen del pasado viernes para congelar las reglas fiscales de la UE para las inversiones en defensa, como ya hizo en 2020 para facilitar las medidas para combatir la propagación de la pandemia de Covid-19.
«En los próximos días y semanas explicaremos los detalles», ha precisado el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, quien ha reconocido que una mayor flexibilidad en materia de defensa en los presupuestos de los Estados miembro, «sin duda, cambiará la situación fiscal europea, aunque aún está por ver en qué medida».
Fuentes diplomáticas han indicado a Europa Press que, por el momento, el plan de Von der Leyen es «sólo de una línea en un discurso», pero que «en última instancia, la deuda es la deuda» y advierten de que «los mercados no van a hacer ninguna diferencia si se trata de deuda con el sello de aprobación de Von der Leyen o no».
«Aún no he visto ninguna propuesta sobre la mesa, así que no puedo reaccionar», ha agregado este lunes el ministro de Finanzas neerlandés, Eelco Heinen, quien ha admitido que «todos los Estados miembro buscan espacio fiscal» aunque ha advertido de que para encontrarlo «hay que tomar decisiones difíciles en materia presupuestaria».
«No es fácil, lo reconozco, pero hay que hacerlo porque el dinero no es gratis. Si lo gastas en un punto, no puedes gastarlo en otro», ha apostillado el neerlandés, que ha rechazado también la idea de que «más préstamos comunes o más deuda sean el camino a seguir para Europa» y cree, por contra, que el bloque necesita «más seguridad», pero también una «economía y una moneda fuertes».
Asimismo, ha mostrado su preocupación respecto al pago de la deuda que la UE ya contrajo con la creación del fondo anticrisis para hacer frente a la pandemia y que, según avanzó la propia Von der Leyen, requerirá entre 25.000 y 30.000 millones al año durante el próximo presupuesto a siete años de la UE.
«Una vez que se afronta un endeudamiento común, en algún momento llega la factura y entonces hay que tomar decisiones difíciles», ha precisado el ministro, contrario a la tesis que sí apoyan países como España o Bélgica, que defienden más margen fiscal para facilitar las necesarias inversiones en defensa.
Sin embargo, el ministro de Economía, Comercio y Empresa del Gobierno de España, Carlos Cuerpo, cree que «hay espacio para que la UE aumente su endeudamiento» para hacer frente a los retos que plantea el panorama geopolítico actual y gastar más en ámbitos como la defensa.
«Se trata de tener la voluntad política de utilizar todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición», ha destacado el ministro español, antes de explicar que el PIB común europeo «apenas está en el 2,5%, es decir, cifras aún muy pequeñas en comparación con otros países o con otras jurisdicciones», por lo que considera que aún queda «espacio para financiar proyectos importantes».
El ministro español ha recordado que las nuevas reglas fiscales ya incluyen «elementos de flexibilidad» necesarios para hacer frente a los «enormes» gastos en materia de defensa que se requerirán en los próximos años, pero ha destacado, al mismo tiempo que hay «más ámbitos» en los que la UE debe conseguir «dialogar y acordar», como es el uso de las instituciones financieras europeas.
Cuerpo ha abogado por recurrir al Banco Europeo de Inversiones (BEI), pero también a otra institución «clave» como es el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), cuya capacidad máxima de préstamo está fijada en 400.000 millones.
Por otro lado, ha destacado que la financiación común también será una «pata fundamental» a la hora de financiar proyectos en un ámbito como la defensa, «que es un bien público europeo».
Su homólogo belga, Vincent van Peteghem, también respalda que la Comisión Europea «haya abierto la posibilidad de ampliar el margen para las inversiones en defensa dentro de las normas fiscales y el marco presupuestarios europeo», aunque pide ir más allá y «buscar otras posibilidades, como por ejemplo un instrumento financiero europeo común o más inversiones en la industria europea de defensa».
Por su lado, el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, ha animado a los Estados miembro a colaborar para «encontrar la manera de aumentar el gasto en defensa y, al mismo tiempo, defender la estabilidad económica», convencido de que «ambas cosas pueden darse a la vez». (17 de febrero)
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