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Bruselas – La Comisión Europea ha reducido drásticamente la previsión de crecimiento económico de Rumanía para 2025, del 1,4% a solo el 0,7%, señalando que las medidas de consolidación fiscal y la inflación persistente seguirán afectando el consumo privado y público. Según las nuevas estimaciones, la economía avanzará un 1,1% en 2026 y un 2,1% en 2027, a medida que las presiones inflacionarias disminuyan y la política monetaria se relaje. Sin embargo, las incertidumbres políticas, fiscales y las relacionadas con la capacidad de absorción de los fondos europeos continúan pesando sobre las perspectivas de crecimiento.

El ejecutivo comunitario advierte que el déficit presupuestario sigue siendo muy alto, a pesar de los paquetes de ajustes fiscales adoptados. Después del nivel del 9,3% del PIB registrado en 2024, se espera que el déficit baje al 8,4% en 2025, al 6,2% en 2026 y al 5,9% en 2027, pero esta mejora depende estrictamente del mantenimiento de la disciplina fiscal. Los gastos en defensa aumentarán gradualmente, y la deuda pública subirá de menos del 55% del PIB en 2024 a casi el 63% en 2027, en el contexto de un alto déficit primario y el aumento de los costos de financiamiento.

El consumo de los hogares seguirá siendo anémico, afectado por el aumento de los precios, la congelación de los salarios en el sector público y la moderación de los aumentos salariales en el sector privado. En 2026, las medidas fiscales -incluida la congelación de las pensiones y el aumento de algunos impuestos- se sentirán con fuerza, llevando a un ligero declive del consumo privado y a la disminución del consumo público. En cambio, las inversiones ganarán velocidad gracias a los fondos europeos y al regreso de la confianza en el entorno empresarial, y las exportaciones continuarán evolucionando favorablemente, apoyadas por la moderación de los salarios.

El mercado laboral mostrará signos de debilidad en 2025, cuando la tasa de desempleo superará el 6%, para luego disminuir ligeramente. La inflación, tras una disminución en 2024, aumentará al 6,7% en 2025 debido a la eliminación del tope de precios de la electricidad, y el ritmo desinflacionario en 2026 se verá ralentizado por la liberalización de los precios del gas.

La Comisión advierte que cualquier desviación de la consolidación fiscal o dificultades en la implementación de proyectos europeos pueden deteriorar significativamente las perspectivas económicas.

La Comisión Europea publica cada año dos previsiones exhaustivas (en primavera y otoño), que cubren una amplia gama de indicadores económicos para todos los Estados miembros de la UE, los países candidatos, los países de la AELS y otras economías de mercado avanzadas y emergentes importantes.

Las previsiones económicas de la Comisión Europea de la primavera de 2026 actualizarán las proyecciones de esta publicación y se espera que se presenten en mayo de 2026.(17.11.2025)