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Bruselas – La Unión Europea tendrá por primera vez un comisario con la misión de afrontar la escasez de vivienda asequible, un desafío compartido por los Veintisiete frente al que no cuenta con competencias directas, pero sí con margen para facilitar la inversión y apoyar a las autoridades locales.

El socialdemócrata danés Dan Jorgensen será, si recibe el beneplácito de la Eurocámara, el encargado de responder a una de las principales preocupaciones de los europeos, desveló esta semana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Los precios de la vivienda aumentaron un 47 % y los del alquiler un 19 % de media en la UE entre 2010 y 2022, mientras que la construcción de vivienda nueva se encareció un 40 % en ese periodo, según Eurostat. Los europeos dedican hoy de media cerca del 20 % de sus ingresos a la vivienda, aunque en uno de cada diez casos ese gasto llega a superar el 40 % de la renta disponible, sobre todo en zonas urbanas.

Quienes viven de alquiler también están en una situación más precaria: un 46 % teme tener que abandonar su casa en los próximos tres meses por no poder pagarla mientras que entre los propietarios esta cota es del 19 %, de acuerdo con Eurofound, la agencia de la UE para la Mejora de las Condiciones de Vida y Laborales.

«La vivienda inasequible es una gran preocupación en la UE. Conduce al sinhogarismo, la inseguridad habitacional, problemas financieros y falta de adecuación de la vivienda», advierte en su último informe sobre el tema. Esos problemas -añade- afectan a la salud personal, generan desigualdad y provocan un aumento de los costes sanitarios, reducción de la productividad y daños medioambientales.

La UE no tiene competencias directas en vivienda, área que depende de los gobiernos nacionales y en muchos países incluso de las autoridades regionales y locales; pero algunas políticas comunitarias pueden ayudar a atajar el problema, por lo que instituciones europeas y organizaciones han pedido en los últimos años a Bruselas que intervenga para garantizar una vivienda decente y asequible.

Más inversión y mejor construcción

Con este objetivo, Von der Leyen, ha encomendado al futuro nuevo comisario actuar en varios frentes: atraer más inversiones públicas y privadas, reducir los costes de la construcción y mejorar la formación en el sector; y atajar problemas como los alquileres de corta duración o el uso ineficiente de la vivienda ya construida.

La carta de misión enviada a Jorgensen le pide, en concreto, crear junto al Banco Europeo de Inversiones una «plataforma paneuropea de inversión en vivienda asequible y sostenible» y trabajar en una propuesta para que los países de la UE puedan «inyectar liquidez» al mercado y duplicar su inversión con fondos de cohesión en vivienda.

Asimismo, deberá estudiar cómo utilizar las normas europeas de Ayudas de Estado para permitir medidas de apoyo público, sobre todo para eficiencia energética y vivienda social; tarea en la que colaborará con la vicepresidenta de Competencia y Transición Verde, la española Teresa Ribera.

El danés tendrá también que presentar un Plan de Vivienda Sostenible que proporcione asistencia técnica a los Estados, así como una Estrategia Europea para la Construcción de Vivienda con medidas destinadas a reducir los costes de la construcción, mejorar la formación de los trabajadores, aumentar la productividad y mejorar el rendimiento ambiental de los edificios.

«La urgencia está en promover inversión, sobre todo en vivienda pública, cooperativa y social (…) pero todas las líneas de acción deben funcionar en tándem», consideran desde Housing Europe, la Federación Europea de Vivienda Pública, Cooperativa y Social.
«Se necesita inversión pública y privada para emprender proyectos, pero no basta solo con eso. Tenemos que asegurar que los

Estados tienen la capacidad de implementarlos de manera efectiva y que la industria de la construcción es capaz de proporcionar casas asequibles de alta calidad», dijeron a EFE.

La organización cree que «la dimensión de la crisis en toda Europa muestra que hace falta más financiación» también por parte de la UE y defiende que esta debe venir con condiciones que garanticen que las viviendas siguen siendo asequibles a largo plazo, por ejemplo asegurando que permanecen en manos públicas, o que se construye en zonas accesibles y con servicios para no generar exclusión social.

El comisario, en todo caso, no empezará de cero: el BEI invirtió en los últimos cinco años 13.400 millones de euros en vivienda sostenible y asequible, y programas como el fondo de recuperación Next Generation, el Fondo Social por el Clima o la Nueva Bauhaus Europea ya incluyen financiación para renovación y eficiencia energética. (22 de septiembre)

La responsabilidad editorial de esta publicación es de EFE.