Have the article read by OpenAI (Beta). Please note that AI translations may take some time to process.

Gibraltar – El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, sigue siendo muy optimista sobre las posibilidades de que la UE, el Reino Unido, España y la colonia británica firmen un acuerdo sobre el encaje del Peñón tras el brexit y no se pone límite de tiempo para lograrlo: «Este avión tiene que aterrizar bien, sin darle ningún susto a nadie», dice en una entrevista con EFE.

A punto de cumplirse cuatro años desde el Acuerdo de Nochevieja, en el que España y el Reino Unido lograron dibujar un nuevo encaje de la última colonia en suelo europeo, los más de 30.000 vecinos de Gibraltar en un lado de la Verja y los cerca 300.000 del Campo de Gibraltar en el otro siguen esperando que aquel plan se convierta en realidad y temiendo que quede en papel mojado.

Aquel acuerdo establecía que Gibraltar, que con unos 10.000 trabajadores transfronterizos es la principal fábrica del Campo Gibraltar, formaría parte del espacio Schengen al amparo de España, pues el Reino Unido no pertenece a esta alianza de libre de circulación de personas. Con esa fórmula, la Verja desaparecería y las fronteras estarían en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar.

«Seguimos buscando soluciones»

El pasado 19 de septiembre se celebró la última de las tres cumbres de alto nivel, entre los ministros de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, y el Reino Unido, David Lammy, y el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, y el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, y, como las anteriores, acabó con un mensaje público de que habían logrado «nuevos avances» en complejas cuestiones, como el paso de personas y bienes.

Desde entonces no se ha hecho público nada, salvo mensajes cruzados en los que cada parte apunta que la suya es una propuesta generosa y que la pelota está en el tejado de la otra.

«No hay nada paralizado para nada, los negociadores siguen negociando muy intensamente temas que son menos políticos y más técnicos… Yo soy muy optimista de que podemos concluir acuerdos pronto», asegura Picardo.

«El titular es que seguimos buscando soluciones, que seguimos intentando resolver y que estamos comprometidos a buscar esas soluciones técnicas y políticas para llegar a un acuerdo ya: pero para hacerlo bien (…) hay que hacerlo con tranquilidad, estamos muy cerca, al 0,1 % de llegar», dice.

«Esta última milla es la parte más difícil» para que todo termine «de una manera que todo el mundo gane, que nadie pierda», apunta.

Las «botas» de agentes españoles en Gibraltar no son el problema

Rechaza dar pista alguna de lo que se ha acordado y lo que no, y de qué es ese pequeño porcentaje que impide solventar el último escollo del referéndum del brexit.

«Todos hemos dicho que vamos a respetar la confidencialidad de esta negociación… es importante que sigamos protegiendo la negociación», explica.

Sí subraya que se equivocan todos aquellos que dicen que el problema es que Gibraltar rechaza ver «botas» de agentes españoles en las fronteras de Schengen que se ubicarían en su territorio y que, de acuerdo a los usos de este espacio, estarían vigiladas por agentes de Frontex y de la policía española.

«Sé que muchos periodistas y muchos comentaristas se concentran en eso y están convencidos de que ese es el tema. No lo es, y eso sí me puedo permitir decírselo», asegura.

«Nadie sabe lo que hemos acordado en relación a eso. Todo el mundo está hablando de temas que se han inventado», insiste, mientras se queja de que parece que en los medios vende más «que Gibraltar no quiere botas o que España insiste en botas» que el que se hable de que se están resolviendo asuntos muy técnicos en cuyos detalles «fluyen temas políticos que hay que resolver».

Sobre el encaje dibujado de Gibraltar en este espacio solo adelanta: «El tema de Gibraltar es diferente, todos hemos aceptado que tiene que ser un poco diferente a cualquier situación de las que hay». Debe ser, dice, un encaje «muy a la medida».

Sin límite de tiempo

Para Picardo no hay «ningún límite» de tiempo para llegar a un acuerdo. Ni siquiera la fecha en la que los nuevos controles y normas de accseo a Schengen entren en funcionamiento y compliquen la entrada en la Verja.

Aun después de eso, en su opinión, se debería seguir tratando de llegar a un acuerdo.

«No seré ministro principal después de las siguientes elecciones. Si yo no he llegado a un acuerdo, recomendaría a mi sucesor o sucesora que siga en el intento, para mí no hay límite a buscar esta solución» para apuntalar «la hermandad entre el pueblo de Gibraltar y el pueblo del Campo de Gibraltar».

«Yo creo que es posible que lo que emerja sea mejor aún que el acuerdo de Nochevieja, que era un mapa de adónde íbamos a ir», en el que muchos asuntos son competencia de la UE.

Sobre la posible armonización fiscal con el Campo de Gibraltar afirma que la colonia «nunca tendrá la misma base impositiva que España. Gibraltar tiene plena soberanía sobre su base impositiva directa e indirecta y eso no va a cambiar».

Y asegura que el Peñón está preparado para «diferentes versiones del no acuerdo», en la que está convencido que la economía gibraltareña seguiría «subiendo, de otra manera, pero seguiría subiendo».

«Quisiera no tener que afrontar eso porque sería malo para Gibraltar seguro, pero también para todo el Campo de Gibraltar y, como siempre, sufriría más que nada el trabajador gibraltareño y el campogibraltareño en particular», comenta.

«Prefiero concentrarme en lo positivo… Espero que el 2025 sea el año en el que podamos llegar a un acuerdo», concluye. (22 de diciembre)

La responsabilidad editorial de esta publicación es de EFE.