Praga – Chequia debería idear un plan para ayudar a las acerías con los precios de la energía, de manera similar a lo que hace Alemania. De lo contrario, las acerías checas corren el riesgo de dejar de ser competitivas en el mercado. La Unión Checa de Acereros informó sobre esto en un comunicado de prensa. Alemania introducirá una tarifa subsidiada para la electricidad industrial a partir de enero de 2026. Después de los problemas en Liberty Ostrava, las únicas productoras nacionales de acero crudo son las Acerías de Třinec. Según la Unión de Acereros, pagarían anualmente en energía aproximadamente tres a cuatro mil millones de coronas checas más que los productores alemanes con subsidio.
«Entendemos el apoyo del gobierno alemán como un intento de estabilizar la industria en tiempos de altos costos y políticas energéticas inciertas. Sin condiciones comparables para la industria, la siderurgia checa será insostenible a largo plazo,» declaró Roman Heide, director general de las Acerías de Třinec. Si el gobierno no presenta un apoyo claro, según él, existe el riesgo de que la producción de acero crudo de Chequia desaparezca. «Eso significaría una pérdida no solo de empleos, sino también de parte de nuestra autosuficiencia industrial,» dijo.
La Unión de Acereros advirtió que la producción de acero checa se encuentra entre los sectores más intensivos en energía. Las Acerías de Třinec consumen anualmente aproximadamente una teravatiohora de electricidad. Mientras que en Chequia los precios industriales de la energía rondan los 100 euros (aproximadamente 2400 coronas checas) por megavatiohora, en Alemania la industria pagará aproximadamente la mitad tras la introducción de la tarifa.
La Unión Europea, en el Acuerdo sobre Industria Limpia (Clean Industrial Deal), permitió a los Estados miembros la opción de adoptar medidas nacionales temporales para apoyar a la industria, incluidas subvenciones para la energía o incentivos a la inversión. Según los acereros checos, esto trasladó la responsabilidad de la política industrial al nivel nacional, y los Estados económicamente más fuertes pueden proteger mejor a sus empresas.
«La industria alemana tendrá, gracias a la nueva tarifa, energía aproximadamente a la mitad de precio que las empresas checas. Para una región tan interconectada como Europa Central, esto representa un riesgo sistémico,» comunicó Marcela Kubalová, presidenta de la junta de la Unión de Acereros. (19 de noviembre)
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